Show - 30/10/25 - 12:00 AM

Parque Urracá, la última tarima de Japanese

Entre lágrimas, música y frases como “Arriba de Dios no vive nadie”, “Las leyendas nunca mueren” y “Up to the crime”, cientos de familiares, amigos, artistas urbanos y fanáticos le dieron el último adiós a Leavitt Eduardo Zambrano Haynes, conocido en el mundo del reggae panameño como Japanese, el legendario Rey del gueto.

A sus 52 años, Japanese partió de este mundo tras una dura batalla contra la diabetes, enfermedad que en los últimos meses lo mantuvo postrado en cama luego de la amputación de una pierna.

Una despedida al estilo del gueto

El adiós al ícono del reggae se realizó a cuerpo presente en el Parque Urracá, cumpliendo su deseo de que en su despedida sonara la música de sus amigos y compañeros del Scaredem Crew, grupo que fundó junto al fallecido Danger Man. Por esta razón, el evento no se llevó a cabo en una iglesia, sino al aire libre, entre altavoces, micrófonos y aplausos.

Artistas como El Bewi, Gaza Fish y Supose pusieron ritmo y nostalgia al homenaje, recordando los memorables conciertos de Japanese con el Scaredem Crew. Sin embargo, la tristeza era evidente, especialmente entre sus hijas, quienes no pudieron contener las lágrimas mientras el público coreaba los temas que marcaron época.

Nunca perdió el humor

Durante el acto, varios artistas y allegados resaltaron el carácter alegre y la fuerza de voluntad del cantante, que nunca se dejó vencer por la enfermedad ni por las dificultades económicas.

“Siempre estuvo de buen humor y hasta el último momento pedía que lo llevaran a los eventos para cantar, porque cantar era su mundo”, recordó con emoción el productor musical René “Candelilla” Almendral, uno de sus amigos más cercanos.

El último adiós

El féretro blanco, adornado con flores y mensajes de sus seguidores, fue cargado en hombros por los miembros del Scaredem Crew hasta la carroza fúnebre. Antes de partir, se abrió el ataúd para que el público pudiera despedirse por última vez del ídolo del reggae, quien reposaba con sus inconfundibles lentes oscuros y sus dientes de oro, símbolo de su estilo único.

Entre aplausos y el sonido de sus temas más emblemáticos como “Satélite”, “Pandillero”, “Samuel” y “Bad Man”, el cortejo se dirigió al cementerio Praderas de la Paz en La Cabima, donde se realizaron las honras fúnebres.

Con él se va una leyenda, pero su legado seguirá vivo en las bocinas del gueto. Descansa en paz, Japanese… ¡Arriba de Dios no vive nadie!