Confesiones criminales
Las familias de dos de los cinco chinos plagiados pagaron por los rescates de sus seres queridos 243 mil dólares a los dominicanos Alcibiades Méndez y Fermín Antonio Tavares, quienes los asesinaron.
Como en toda operación de villanos, no existía confianza entre los extranjeros, declaró Alcibiades Méndez en su indagatoria.
Tanto así que Méndez, un técnico de telecomunicaciones, sustentó que cuando le entregó los 83 mil dólares por el rescate de Young Wu Ken a Tavares, éste repartió el dinero a su antojo y a Méndez sólo le pagó 20 mil dólares.
En la segunda operación por el secuestro de los tres chorreranos: Georgina Lee Chen, de 18 años; Joel Liu Wung y Samy Zeng Chen, ambos de 19 años, recibieron 160 mil dólares, pero esta vez Méndez escondió 110 mil dólares y entregó a Tavares 50 mil dólares señalando que los habían engañado y que ese era todo el dinero en su poder. Partieron por mitad 25 mil para cada uno.
La Policía sólo logró recuperar 115 mil dólares que se encontraron en la otra casa alquilada por Méndez. El dinero estaba en poder de la novia de éste: Gisel Bendiburg Salazar, de 31 años, quien está detenida por los delitos de secuestro y homicidio.
Pero también en esta operación está detenido Keny Bendiburg, hermano de Gisel y a la vez cuñado de Méndez.