Depredadores de niños: abusos e incestos en una cultura de silencio

Las comunidades apartadas del área comarcal, sobre todo, aún siguen normalizando que adultos estén con niñas o niños.
Casas en la Comarca Ngäbe Buglé. Foto/Senan

Casas en la Comarca Ngäbe Buglé. Foto/Senan

Por: Jorge Luis Barría / Crítica -

“La vulnerabilidad que viven muchos niños, niñas y adolescentes es lo que quizá lleve a que sean víctimas de abusos sexuales o incestos”, estas fueron las palabras de Lucy Córdoba, activista de los Derechos Humanos en defensa de los niños y niñas.

Para Córdoba estos hechos son muy lamentables, ya que en las áreas apartadas las personas por falta de conocimiento comenten estos incestos creyendo que es algo normal, pero que en realidad es un delito grave.

Según la activista, en las áreas apartadas, como las comarcales, es donde van se ven estos hechos, donde incluso las niñas salen embarazadas a tempranas edades, ya sea por vecinos o algún familiar que abusa de ellas, pero que calla por el siempre hecho que lo normalizan y no denuncian.

Según Lucy Córdoba, ocurren casos en el que las víctimas prefieren callar, ya sea porque se lo piden las madres, al indicar que los abusadores son los que llevan el sustento al hogar y que de caer presos las cosas se complicarían.


Casos estremecedores

Este año se han dado casos que han causado conmoción en la población panameña, en el que lamentablemente hasta niñas han muerto.

Uno de los casos, fue el de una niña de tan solo 8 años, quien salió embarazada producto de una violación de la cual fue víctima hace muchos años. El caso se dio a conocer porque la pequeña estaba embarazada.

A la niña la tuvieron que inducir a una cesárea el 2 de marzo de 2022, dando a luz un niño.

Otro caso fue el de la niña Tamara Carpintero, de 13 años, quien fue asesinada el 14 de marzo en su casa en la comunidad de Corotú, en el distrito de Barú en la provincia de Chiriquí.

En primera instancia, se indicó que la niña se habría suicidado, pero no fue hasta la realización de la necropsia que se comprobó que Tamara fue estrangulada y apuñalada.

Lucy Córdoba destacó que en este caso particular, insistió en que Tamara había sido asesinada para callarla, porque estaba embarazada producto de una violación.

Ella mencionó que el sospechoso le pidió a Tamara que abortara, pero la pequeña se negó y lamentablemente terminó quitándole la vida.

Me duele decirlo, porque estuve con su mamá, pero ella fue estrangulada y esto a pesar de que no quería abortar” indicó Córdoba

Estadísticas

Según un informe del Ministerio Público, en los tres primeros meses de 2022 hubo un aumento circunstancial de las denuncias por Los Delitos Contra La Libertad e Integridad Sexual a comparación de 2021, c cifras que pueden variar dependiendo de las investigaciones.

El informe destaca que de enero a marzo de este año se han reportado 1512 denuncias de estos: 529 son por Acceso Sexual Con Una Persona Mayor de Catorce (14) Años y Menor de Dieciocho (18); 91 por Corrupción de Personas Menores de Edad; 2 por Actos de Exhibicionismo Obsceno o Pornográficos con Menores de Edad.

En el caso de Acceso Sexual Con Una Persona Mayor de Catorce (14) Años y Menor de Dieciocho (18), marzo fue el mes donde más denuncias se hicieron con 192, seguidamente enero, con 173 y febrero 164.

En el caso de la distribución de casos por provincias, se da de la siguiente manera:
Panamá con 104; Chiriquí con 73; Coclé con 58; San Miguelito con 57; Veraguas con 51; Comarca Ngäbe Buglé con 43; Panamá Oeste con 41; Colón con 35; Bocas del Toro con 23; Darién con 20; Los Santos con 12; Herrera con 9: la Comarca Emberá con 2 y la Comarca Guna Yala con 1.

Legislaciones


El tema de leyes sobre Educación Sexual Integral, es algo que se debe tocar con mucha responsabilidad, destacó Lucy Córdoba, indicando que este es un tema muy sensible y debe ser dado por personal profesional en el área o especialista.

“Creo que el tema de atención sexual integral se le debe dar a un especialista de salud, a profesionales que puedan tocar el tema de manera clara, amplia y responsable, pero no se le debe dar a los docentes, aunque claro, es importante utilizar los escenarios escolares para trabajar la prevención, pero la educación sexual debe ser por profesionales en la salud”, acotó Córdoba.

Actualmente, en Panamá se requiere que las autoridades atiendan con prontitud esta situación, porque no hay que esperar a que ocurran los hechos para buscar solución, manifestó la activista, toda vez que siempre se espera a que un caso surja para que salgan a indicar la falta que hace tener leyes más severas con los abusadores.

“Los violadores no deben tener acuerdos de pena” enfatizó Lucy Córdoba, porque de esta forma se revictimiza al niño, niña o adolescente que ha sufrido abuso sexual, ya que estos acuerdos encierran 5 o 6 años a los responsables y después de esos años las víctimas tienen que ver otra vez a sus agresores como si nada hubiese pasado.

En el Pleno de la Asamblea Nacional se han presentado varios anteproyectos de ley para brindar seguridad a los niños y niñas que son víctimas de abuso sexual, entre ellos: El proyecto Ley 130-Que crea el Comité Interinstitucional Consultivo, dicta normas sobre la prevención de la violencia sexual y atención a víctimas de abuso sexual y modifica disposiciones del código penal, que fue presentado 24 de septiembre de 2019 por los diputados Fátima Agrazal, Itzi Atencio, Everardo Concepción, Hugo Méndez, Miguel Fanovich y Arnulfo Díaz, que a pesar de haber sido aprobado por el Pleno, fue objetado por el Ejecutivo el 16 de marzo de 2020 por inconveniente e inexequible.

El 2 de marzo de 2021, los diputados Gabriel Silva, Juan Diego Vásquez Y Fátima Agrazal, presentaron el Anteproyecto 300 “Que establece el programa de educación para la prevención de embarazos en menores de edad, infecciones de transmisión sexual y delitos sexuales.”, pero en la página Web de la Asamblea Nacional no aparece registro de que haya sido discutido en el Pleno.

Ante estos hechos, Lucy Córdoba recomienda que de inmediato se haga prevención empezando por los padres, para que ellos orienten a sus hijos y les digan cómo deben actuar en el caso de que sean víctimas de abuso sexual.

Por su parte la abogada Linda Bran, indicó que en Panamá, por el 2017 se reformó el Código Procesal Penal, que no se iba a incluir los acuerdos de pena a los imputados por delitos sexuales, pero hoy día esto se está dando, por lo que un condenado no paga más de 20 años, por dichos acuerdos.

"Hace falta voluntad de los Diputados, Ejecutivo, para que las penas sean más graves, proque en su mayoría hay abusadores que tienen menos de 30 años y al pagar 8, 10 años, salen con ganas de seguir cometiendo otro abuso", destacó Bran, resaltando que faltan campañas para los padres que permitan recibir orientación al respecto.

¿Cómo ayudar a una víctima?

En este sentido, la capitana Abdisielmi Pineda, de la Policía de Niñez y Adolescencia, resalta que hay que estar alerta a la actitud que presenten los niños, niñas o adolescentes, para poder actuar a tiempo y evitar que sean víctimas de maltratos o abuso sexual.

Pineda manifiesta que cualquiera persona que desde hace mucho conozca a una víctima y sepa que su comportamiento no es el adecuado, debe denunciar ante las autoridades, para que se inicien las investigaciones y si de ser abusado ayudarlo de inmediato.

En diciembre de 2021, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), publicó un “Manual para el fortalecimiento de familias con niños, niñas y adolescentes víctimas sobrevivientes de agresiones sexuales “, en el que entre los muchos temas de relevancia destaca las actitudes a las que deben estar alerta las personas en caso de que un niño, niña o adolescente este siendo víctima de abuso sexual, así como las situaciones de vulnerabilidad en la que están para ser víctimas.

En el caso de la vulnerabilidad, el manual de 152 páginas destaca los factores externos que rodean a las víctimas y son: Situaciones de violencia familiar; familias multi problemáticas; familias reconstruidas; falta de cercanía afectiva con el progenitor no ofensor; situaciones de violencia entre los progenitores; presencia de un padrastro en el hogar (en algunos países, la prevalencia de abuso sexual infantil por parte de padrastros es mayor que la prevalencia por parte de padres biológicos).

De igual manera: poca educación formal o bajos ingresos en el grupo familiar (esto de ninguna manera significa que no puedan darse abusos en sectores socioeconómicos acomodados); abuso de alcohol o drogas en el entorno; antecedentes de abuso sexual o maltrato en los adultos del grupo familiar; discapacidad psíquica en el progenitor no ofensor; niños desatendidos y de fácil acceso para los agresores.

Lucy Córdoba, quien también es Peticionario de la Comisión Internacional de Derecho Humanos (CIDH), mencionó que, en el área comarcal, donde ha visitado, le ha tocado ver a familias que viven en situaciones precarias y quizá esta pobreza sería uno de los tantos factores que influyan en que se cometan estos actos por no recibir orientación.

También el manual resalta esas alertas que deben tener las personas adultas para lograr ayudar a una víctima de abuso y que guarda silencio por diversos factores y unas de ellas son: presencia reiterada de lesiones cutáneas; hematomas en la parte interna de los muslos; erupciones y contusiones de origen desconocido; presencia reiterada de fracturas; dificultad para andar o sentarse; dolor; picazón en la zona genital; falta de higiene; retraso en el crecimiento; sangrado; fisuras o cortes en la boca o en la zona genital.

Otras señales serían: manchas de orina en la cama o en la ropa interior; o materia fecal en estas; lesiones genitales y perianales; dolor en los genitales; hemorragia vaginal; vulvovaginitis repetitiva; infecciones recurrentes en el tracto urinario; enfermedades de transmisión sexual; ropa interior rasgada o manchada; semen en la ropa o el cuerpo; estreñimiento secundario; embarazos y abortos.

De igual manera actuaciones como: dificultad para expresar sentimientos; conductas regresivas; problemas del sueño; trastornos en la alimentación, como bulimia, anorexia o sobrepeso; dificultades escolares que van desde mala conducta, hasta bajo rendimiento; aislamiento de amigos, de las actividades recreativas y sociales; agresividad; miedo; curiosidad y mayor interés hacia lo sexual y conducta seductora; representación de conductas sexuales; baja autoestima y pobre imagen corporal; tristeza y depresión; desconfianza y evitación de personas específicas; apatía hacia sus progenitores; problemas con la autoridad.

Se presentán igual: las mentiras; conductas delictivas; coerción sexual hacia otros niños o niñas; excesiva sumisión al adulto; quejas somáticas (cefaleas, dolores de estómago, vómitos etc.); fuerte rechazo al contacto físico; manejo de lenguaje sexualmente explícito; mayor dependencia de los adultos no abusadores; ducharse con demasiada frecuencia; dificultades para concentrarse.

La capitana Pineda destaca que es importante la cooperación de la comunidad, que no callen, ni justifiquen cualquier tipo de maltrato hacia los infantes que incluso puede afectar su integridad física, salud mental y puede hasta costar la vida de las víctimas.


Pineda resalta que dentro de la Policía de La Niñez y Adolescencia mantienen una serie de programas de orientación a los estudiantes para que se fortalezcan en los valores, que se sientan importantes y de igual manera conocer si son víctimas de algún tipo de maltrato, en este caso denunciarlas al 104 de la Policía Nacional, o en el Ministerio Público.

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