Murió el gozoso “Mr. Pachita”
El comediante César Augusto Foster Cedeño, de 59 años, conocido artísticamente como “Mr. Pachita”, fue encontrado muerto en el cuarto de su casa N° 19152,
El comediante César Augusto Foster Cedeño, de 59 años, conocido artísticamente como “Mr. Pachita”, fue encontrado muerto en el cuarto de su casa N° 19152, la mañana de ayer, martes, en San Cristóbal de Veranillo, en el distrito San Miguelito.
Su hermano mayor: Eduardo, de 62 años y su vecino Rubén Rubio Sánchez, de 82 años, descubrieron el cadáver.
Familiares y vecinos tenían tres días sin ver a la víctima, algo que era inusual dado que él siempre salía a conversar o a trabajar.
Ante la repentina desaparición y hediondez, Eduardo pidió a Rubén que forzara la puerta de su cuarto, donde lo encontró muerto.
César falleció posiblemente por la presión alta. Él sufría de esa enfermedad al igual que su madre, Cristina Cedeño Ponce, quien murió a los 49 años, explicó Eduardo.
La víctima había dejado de tomar desde hacía varios años, pero como quien presentía su muerte, a partir de tres semanas atrás empezó a libar.
“Bueno, al menos murió contento, como él quería”, señaló su familiar, quien considera que actúo de forma contraria a las indicaciones de los médicos. “Al final sabía que tarde o temprano iba a morir”.
Desaparición
Desde la noche del viernes, Eduardo no veía a su hermano menor, a quien describió como una persona “alegre y gozosa”.
Recordó que compró la comida, cocinó y él debía pasar a comer, pero esa noche “llegó en fuego” (tomado), puso “el tocadisco” con música alta, algo normal en la víctima, así que no le tomó mucha importancia y se retiró.
Joel, otro vecino, en cambio, dijo que esa noche conversaron un rato de “ arranques” y de mujeres, un tema que a “Mr. Pachita” le encantaba.
Personalidad
César vivió durante 40 años en la casa donde falleció. Estudió hasta el segundo año en el Colegio Louis Martinz, ubicado en el corregimiento Belisario Porras, en San Miguelito.
Eduardo y César se ganaban la vida como buhoneros, y después, como “abrebocas” en los tinglados en Colón.
En el barrio era conocido con varios sobrenombres, entre ellos: “Waso” y “Cununito”, pero por sus parrandas y amante a la pacha, Ubaldo Davis, promotor de La Cáscara, programa en el que la víctima actuaba y se hizo famoso, le dio el apodo de “Mr. Pachita”.
Sus amigos lo recuerdan como un hombre mujeriego, rodeado de chicas que lo iban a buscar: colombianas, pero ninguna de asiento.
No tuvo hijos.