Absuelven a la mujer de la bebé falsa. Afectado habla de injusticia
La lectura formal de la sentencia quedó fijada para el 5 de diciembre.
De forma unánime, los jueces del Tribunal de Juicio de Chiriquí absolvieron a Tahira Edilka Montero, la mujer señalada como autora de la trama de la “bebé falsa”
Los jueces determinaron que el polémico caso no tenía pruebas sólidas para condenar a la mujer.
Familiares del joven que creyó haber perdido a una hija que nunca existió se siente un golpe fuerte: frustración, enojo y una sensación de vacío, luego de depositar su esperanza en un proceso que, para ellos, termina sin justicia.
Un juicio que parecía inclinarse hacia una condena
Hasta hace apenas unas horas, el ambiente dentro de la sala apuntaba a otra dirección.
La Fiscalía había solicitado 136 meses de prisión, más de 11 años, asegurando que la mujer fue responsable de una cadena de mentiras que incluyó simular un embarazo, presentar documentos falsos de nacimiento y defunción, y montar un “funeral” donde, dentro de un ataúd, la familia encontró una muñeca en lugar de una bebé.
Durante el juicio, los peritos médicos confirmaron que la acusada no tenía trastornos psiquiátricos ni condiciones mentales que le impidieran enfrentar el proceso.
Testigos relataron que su comportamiento se mostró “frío y distante”, algo que para muchos contrastaba con la gravedad del caso. Todo apuntaba a una condena… hasta que el veredicto dio un giro inesperado.
La historia que dejó a todo el país sin aliento
El caso comenzó cuando, en un funeral en Bugaba, la abuela pidió ver por primera vez a la supuesta bebé fallecida.
Al abrir el ataúd blanco, vestido con ternura infantil, descubrió que lo que había dentro era una muñeca. No un cuerpo. No una bebé. Una muñeca con guantes rosados y algodones en la nariz.
Esa imagen se volvió viral y destapó una verdad dura: la bebé nunca existió.
La Fiscalía había sostenido que no había registros de nacimiento, que las fotos de la supuesta atención médica eran montajes del 2015, y que ni el Hospital Santo Tomás ni ningún médico habían atendido el parto que la mujer relataba. El propio Tribunal Electoral denunció falsificación de documentos.
Lo que viene ahora
El país queda ahora en pausa, esperando el 5 de diciembre para conocer la motivación detrás de la absolución.
El Ministerio Público y los querellantes analizarán si apelarán o no la decisión absolutoria.
Mientras tanto, la familia afectada intenta entender cómo una historia marcada por dolor, confusión y engaños termina, por ahora, sin culpables.