Crispiano Adames dio palo hasta para llevar...

Crispiano Adames, precandidato presidencial del Partido Revolucionario Democrático (PRD), denunció la situación actual del PRD y cómo ha afectado a las comunidades. Este diagnóstico se basa en su meticuloso patrullaje doméstico, llevado a cabo durante su período como precandidato presidencial.

El precandidato expresó su preocupación por el estado de muchas comunidades del país, atribuyendo esto a problemas de gestión y a la falta de políticas públicas por parte del actual mandatario, en una entrevista en Telemetro Reporta,

Adames describió el hostigamiento y la presión ejercida sobre aquellos que piensan diferente dentro el partido y aspiran a cargos en un partido supuestamente sin dueño.

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Desde el principio, he demostrado ser autocrítico y con independencia de pensamiento, lo cual me ha valido el respaldo de aquellos que buscan una figura con integridad y capacidad de liderazgo.

En cuanto a su experiencia como presidente de la Asamblea Nacional, Adames lamentó el nivel de hostigamiento que ha enfrentado. Señaló que el gobierno actual no ha asignado los recursos destinados a los despachos de los diputados, mientras que ha realizado una selección arbitraria de los recursos de descentralización en función del respaldo que brindan a la vicepresidencia.

Adames reveló que su decisión de postularse como precandidato presidencial se produjo después de una discusión en el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, en la cual se planteó la posibilidad de que el candidato saliera de la Asamblea Nacional. Aunque inicialmente fue considerado como un "plan B", asegura que tiene liderazgo  en el proceso electoral.

El precandidato reconoce que, debido a la naturaleza presidencialista del país, el mandatario siempre busca una figura manejable para dirigir la Asamblea Nacional. Sin embargo, Adames ha optado por trabajar en una Asamblea abierta al debate y al disenso, buscando un enfoque transparente y participativo.

Destacó la importancia de abordar los graves problemas sociales que enfrenta el país, incluido el abandono de las comunidades y la clasificación de Panamá en informes internacionales como una nación con bajos niveles de desarrollo y bajos ingresos. Como aspirante a la presidencia, se compromete a abordar estos problemas con comprensión, tolerancia y una visión clara de superar la pobreza y la desatención.

El precandidato ha resaltado el apoyo y la fortaleza que ha recibido de las bases de su partido durante el cierre de su campaña.