Empresarios de Bocas claman: “¡Abran las calles ya!”
Desde el sector turismo, Manuel Sanjur lanzó otra alarma: hoteles sin huéspedes, lancheros sin trabajo, y la imagen de un destino paradisíaco convertido en zona de conflicto.
Bocas del Toro arde en incertidumbre. Comerciantes, productores, turismo, empleos y exportaciones están al borde del colapso económico por los constantes cierres de vías encabezados por el dirigente Francisco Smith. Mientras las protestas siguen, los millones en pérdidas se acumulan... y la paciencia se agota.
Una delegación de empresarios y productores de la provincia acudió al Consejo de Gabinete con un solo mensaje: ¡paren ya los bloqueos!
“Esto nos está quebrando a todos… ¡Necesitamos que se reabran las calles o morimos comercialmente!”, exclamó Adonay Quezada, productor de plátano, quien aseguró pérdidas por más de 3 millones de balboas.
Los gritos de auxilio no vienen solo del campo. Desde el sector turismo, Manuel Sanjur lanzó otra alarma: hoteles sin huéspedes, lancheros sin trabajo, y la imagen de un destino paradisíaco convertido en zona de conflicto.
“Bocas del Toro es una marca país... pero ¿qué turista quiere venir a una provincia cerrada, bloqueada y en crisis?”, dijo Sanjur, visiblemente preocupado.
La Cooperativa Bananera del Atlántico tampoco escapa del golpe. José Antonio de La Lastra advirtió que las exportaciones están paralizadas y las pérdidas superan el millón.
“Empleamos a más de 650 personas. Si esto sigue, nos veremos obligados a cerrar operaciones”, alertó.
Mujeres como Laura Ramírez, del sector de hortalizas, y Osiris Peña, del cacao, también alzaron la voz. Denunciaron que el acceso a materia prima y a sus puestos de venta está bloqueado, afectando directamente a miles de familias.
“Hay más de 5 mil hectáreas de cacao sembradas aquí... si no sacamos la producción, perdemos toda la cadena de valor”, reclamó Peña.
El mensaje fue claro: “si no se reabren las calles, no hay futuro económico para Bocas del Toro”. El llamado al dirigente Francisco Smith fue directo: que deponga sus intereses y se siente a negociar.