Las Cuevas de Alajuela
El Parque Nacional Chagres alberga numerosas cuevas formadas al momento de emerger el istmo de Panamá, hace miles de años.
Las cuevas muestran los procesos geológicos de la tierra, por ende son poseedoras de un gran impacto cultural y también sirven de hábitats para diversas especies de fauna, como serpientes, insectos, arácnidos y mamíferos pequeños, especialmente murciélagos.
El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) protege las cuevas ubicadas dentro del Parque Nacional Chagres, desde 1984, cuando se creó el área protegida, no obstante existen otra cantidad de cuevas que están fuera de los límites del parque, como la conocida cueva de los murciélagos en Chilibrillo.
Shirley Binder, Directora Nacional de Áreas Protegidas y Biodiversidad de MiAMBIENTE, informa que a lo largo de los años se han encontrado hallazgos arqueológicos en las cuevas del PN Chagres como cerámicas, piezas fragmentadas y otras completas, además de restos óseos.
“Hay numerosas cuevas a lo largo de la orilla sur del Lago Alajuela a una altura de unos 100 metros sobre el nivel del mar. Generalmente son pequeños y poco profundas. No se tiene conocimiento exacto de la cantidad, principalmente por ser un área cuya geología ha permitido la formación de estas cuevas”, detalla Binder.
Algunas cuevas pueden ser visitadas, y otras por su tamaño se hacen imposible entrar o pueden ser muy peligrosas.
Se conoce que los orígenes de estas cuevas se debe al agua que se filtra a través de rajaduras del lecho de piedra caliza cercano a la superficie. El agua de lluvia que pasa a través del suelo rico y la vegetación reacciona con el dióxido de carbono y forma ácido carbónico suave. Con el tiempo, este ácido suave disuelve la piedra por la que pasa y forma cuevas en lo profundo del lecho de roca.