Nacional - 13/5/25 - 07:14 PM

Panamá lamenta partida de Pepe Mujica. Hay luto en Latinoamérica

Mujica, símbolo de humildad, coraje y lucha social, fue presidente entre 2010 y 2015, pero su legado lo colocó como un ícono moral más allá de su mandato.

 

Por: Redacción / Crítica -

¡Montevideo de luto! Este martes se confirmó la muerte del expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica, a los 89 años, tras una larga batalla contra el cáncer de esófago que meses atrás se había extendido al hígado.

El presidente panameño José Raúl Mulino no tardó en reaccionar y soltó en su cuenta de X un mensaje cargado de pesar:

“Lamento profundamente el fallecimiento del expresidente de Uruguay Pepe Mujica. Envío mi más sentido pésame al pueblo uruguayo.”
Y cerró etiquetando al mandatario uruguayo Yamandú Orsi, quien también dio la noticia con el corazón roto.

“Te vamos a extrañar mucho, viejo querido… gracias por tu profundo amor por tu pueblo”, escribió Orsi, al confirmar el fallecimiento en redes sociales.

Mujica, símbolo de humildad, coraje y lucha social, fue presidente entre 2010 y 2015, pero su legado lo colocó como un ícono moral más allá de su mandato.

LATINOAMÉRICA DE PIE PARA DESPEDIRLO

Desde su sede en Panamá, el Parlamento Latinoamericano y Caribeño (PARLATINO) también alzó la voz para despedir a quien llamaron “militante de las causas justas y defensor de la democracia”.

En un comunicado con fecha 13 de mayo, firmado por el presidente Rolando González Patricio y el secretario ejecutivo Elías Castillo, destacaron que:

“El mensaje y el ejemplo de Pepe Mujica son imperecederos.”

Recordaron con orgullo que en noviembre de 2017, Mujica participó como orador de fondo ante representantes de 23 países, dejando una huella inolvidable en la historia del organismo regional.

UNA VIDA QUE MARCÓ A GENERACIONES

Mujica no solo fue presidente. Fue campesino, guerrillero, preso político, filósofo y, sobre todo, un hombre coherente. Su voz crítica resonó donde muchos callaban. Hasta el último aliento, siguió participando en actos públicos, dejando claro que la lucha no termina con la vejez.

Hoy, Uruguay llora, pero también lo hacen los pueblos que vieron en él una esperanza, un referente, un ejemplo.

 


  

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