¡Putas y qué!
Vestidas con amplios escotes, pantalones cortos y algunas de ellas con sus cuerpos pintados con frases como "&162;soy puta y qué!", decenas de mujeres gritaron consignas en contra de la Iglesia católica y en favor de su derecho a vestirse como deseen.
"Estamos reivindicando nuestros derechos como mujeres, nuestra autodeterminación. Esto es un movimiento social y ha llegado más gente de la que esperábamos", declaró a Efe la joven Larissa Arroyo, una de las que convocó a la marcha.
Arroyo manifestó que este movimiento se generó a raíz de unas declaraciones del obispo Francisco Ulloa, el pasado 2 de agosto, durante la celebración del día de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica.
Ese día, durante la misa, Ulloa hizo un llamado a las mujeres a vestir con "recato y pudor" porque "sin este (recato) las deshumanizan (a las mujeres), las vuelven una cosa, un objeto nada más".
Arroyo afirmó que realizar la manifestación al frente de la Catedral Metropolitana, justo cuando se efectuaba la misa del domingo, tiene un significado "simbólico" debido a las declaraciones de Ulloa.
En la manifestación las mujeres portaban carteles con inscripciones como "Jesús ama a las putas", "no es lo que me pongo (de ropa), es como me mires", "voy a ser la mujer que me dé la gana ser" y "desnudas o vestidas, nosotras decidimos nuestras vidas".
Ellas también cantaron consignas como "soy puta o ramera y me visto como quiera", "vamos a quemar la conferencia episcopal" y "hago lo que me da la gana, ser puta, travesti o lesbiana".
A la actividad también acudieron varios hombres que apoyaron a las mujeres, entre ellos uno que se vistió de sacerdote, otro que se puso una máscara del obispo Ulloa y otro más que se colocó una mitra similar a la que utiliza el Papa, pero con un signo de dólares impreso.
A la salida de la misa muchos fieles abandonaron rápidamente el sitio mientras otros se quedaron para observar la manifestación y escuchar los mensajes de los participantes.