Un “loco” en huelga y en política

Un “loco” en huelga y en política

Un “loco” en huelga y en política

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El exmandatario Ricardo Martinelli inició al primer minuto de esta madrugada una huelga de hambre en el penal de “El Renacer” tras reiterar que es un perseguido político y anunció que se negará a asistir mañana a una audiencia en la Corte Suprema de Justicia, porque perdió competencia para conocer sus casos al renunciar al Parlacen.

La carta de renuncia fue presentada en Guatemala ante la directiva del Parlacen presidida por Tony Raful. El diputado por Cambio Democrático, Elizandro Hernández Morales y el abogado Iván Gantes explicaron los argumentos de la decisión de Martinelli.

Martinelli envió ayer también una nota de su puño y letra dirigida al pueblo de Panamá, donde sostiene que es inocente de los cargos de pinchazos del que lo acusaron sin imputar y afirmó que el proceso en su contra, es político y en protesta por esa “persecución política”, se declara en huelga de hambre desde las 12:01 a.m. del domingo.

La defensa de Martinelli se adelantó a las trabas que intentaría la Cancillería para tramitar su renuncia al Parlacen y había notariado y apostillado en febrero, en el Departamento de Estado de La Florida, toda la documentación que presentaron en Guatemala.

En el escrito se advierte que el artículo 28 del Tratado Constitutivo del Parlacen, donde se establece claramente que las renuncias de los diputados que llegan a esa posición por su condición de exmandatarios, deben hacerlo por escrito a la junta directiva y ésta a la vez lo presenta a la Asamblea Plenaria para su conocimiento.

La Corte debe inhibirse de conocer el proceso y declinar competencia probablemente al Juzgado XVI.

Ricardo Martinelli es considerado por las encuestas de Dichter and Neira, el principal líder de la oposición panameña y su retorno al país, reactivó las opciones de Cambio Democrático, de cara a la elecciones del 2019.

El varelismo ha tratado de penetrar ese colectivo y al PRD desde sus pasadas elecciones para renovar sus cuadros directivos, con el fin de favorecer a candidatos presidenciales que no representen un futuro peligro para el presidente saliente Juan Carlos Varela cuando deje el poder.

Desde su llegada Martinelli – a pesar de las restricciones que imponen su encierro- ha mantenido contactos con diversos cuadros directivos y de base del CD.

Uno de los visitantes adelantó la posibilidad de que el exmandatario ya tenga notariadas varias declaraciones sobre integrantes de la Corte Suprema de Justicia y funcionarios de otros Organos del Estado.

Para visitar a “El Loco” hay que pasar 3 filtros: en la entrada hay un policía que te anota nombre y cédula, luego pasa a otra instalación donde un funcionario del Sistema Penitenciario repite la misma vaina y luego hay que subir una escalera hasta llegar a una loma donde hay dos casas: en una hay otro grupo de policías y custodios que escriben nuevamente el nombre; en el otro inmueble está Martinelli.

Martinelli prefiere conversar sentado en sillas plásticas ubicadas bajo un frondoso árbol que en el interior de la casa donde permanece preso. “El Loco” tiene la sospecha que adentro está lleno de micrófonos y cámaras ocultas. ¡Te aseguro que si hacen un barrido!, encontraremos micrófonos hasta en el inodoro!, le repite a sus visitantes.

A pesar del tema de la hipertensión y achaques de salud, se le nota conversón y entiende que será una “lucha política” larga y está preparado para ello.

En sus charlas con sus visitantes relata anécdotas de su tiempo en prisión en Miami y exclama: ¡allá adentro se sabe todo y hay toda clase de gente!

El exmandatario ocupa la misma “casa hogar” que le asignaron a Manuel Antonio Noriega y dice que una de las cosas de la que se arrepiente, es no haberle otorgado un indulto o permitido que el exgeneral fuera a su casa.

Martinelli recuerda que Noriega en una ocasión le exclamó: ¡yo no soy sapo! cuando le estaban pidiendo que declarara algunas cosas. Eso se me quedó grabado y cuando en EEUU le pidieron que hablara sobre un conocido empresario panameño y llegar a un acuerdo, optó por no hacerlo: ¡yo tampoco soy sapo!

Martinelli sabe que hay fechas importantes en el calendario político como la elección de la nueva directiva de la Asamblea Nacional el 1 de julio y las primarias de Cambio Democrático el 12 de agosto, donde él tiene un peso específico. Está también la primaria del PRD.

Así también sabe que su caso aparte del componente jurídico tiene una gran carga política y que él es un factor determinante en los acontecimientos futuros de la política panameña.

“El Loco” sabe otra cosa: que los magistrados sienten un temor reverencial al poderoso de turno y que no hay nada más político que los integrantes de la Corte Suprema, que se acomodan conforme vislumbran una futura elección y son que lo diga el exmandatario Martín Torrijos.

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