Encrucijada de Educación Católica ¿Desaparecer o Transformarse?
La inteligencia artificial y la robótica no deben ser vistas como amenazas a la fe, sino como herramientas de transformación educativa
La educación católica en América Latina y otras regiones del continente enfrenta una de sus mayores crisis históricas, según se reveló en el Primer Foro Internacional sobre los Desafíos de la IA y la Robótica para la Enseñanza de la Fe Católica, inaugurado por el Arzobispo Monseñor José Domingo Ulloa.
Durante el evento, expertos y líderes de la región coincidieron en que la inteligencia artificial y la robótica no deben ser vistas como amenazas a la fe, sino como herramientas de transformación educativa, capaces de renovar la manera de evangelizar, enseñar y conectar con las nuevas generaciones.
“Evangelizar con inteligencia, educar con fe y humanizar la tecnología” fue una de las principales conclusiones del Foro.
Oscar Pérez Sayago, Secretario General de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), alertó sobre una crisis existencial sin precedentes. Sostuvo que, si no se actúa con urgencia, la educación confesional corre el riesgo de desaparecer. “Las estadísticas no son alentadoras”, advirtió.
Entre los datos más alarmantes:
- En EE. UU., la matrícula cayó de más de 5 millones (1960) a 1.7 millones de estudiantes, una reducción del 70%, acentuada tras la pandemia.
- En América Latina, los bautismos bajaron de 8.2 millones (2000) a 5.1 millones (2020), según el CELAM, lo que refleja una caída del 37% en dos décadas.
- Colombia vive una crisis aguda: 769 colegios privados han cerrado en el último año y medio; solo en Bogotá, cerraron 160, y se proyectan otros 60 cierres.
La erosión de la identidad católica es también cultural. Latinobarómetro muestra que el porcentaje de católicos en la región cayó del 70% (2010) al 57% (2020), lo cual afecta directamente la demanda por educación religiosa.
El Vaticano ha reconocido este problema. En 2023, calificó como “doloroso” el cierre de escuelas católicas en todo el mundo. “Cuando se cierra un colegio religioso, se borran las huellas de la Iglesia local”, expresaron dos dicasterios en una carta oficial.
Pese a la gravedad, el foro concluyó que la crisis también representa una oportunidad histórica para transformar la educación católica. El llamado es claro: adecuarse al siglo XXI con creatividad, pensamiento crítico, innovación, y tecnología, sin renunciar a los valores fundamentales: dignidad humana, fe, amor, familia y esperanza.
La CIEC propone renovar profundamente el modelo educativo católico en base a los principios evangélicos, la justicia social y el bien común. El reto es unificar fe, cultura y vida en una educación transformadora.
