Hoteleros prenden alarmas por crisis en Bocas y piden diálogo ya
Según confirmó la Policía Nacional en redes, la mujer fue hallada en buen estado, pero con un ataque de nervios.
La Asociación Panameña de Hoteles (APATEL) salió con los tapones arriba este viernes para advertir que la situación en la provincia es "insostenible" y que las protestas, cierres de calle y bloqueos están dejando al turismo al borde del colapso.
“Esto está matando la economía local. Hay hoteles vacíos, turistas asustados y empleados que no saben si mañana tendrán trabajo”, señaló un representante del gremio hotelero, al confirmar que las pérdidas son millones de dólares por cancelaciones, vuelos perdidos y hasta reservas congeladas desde el extranjero.
Uno de los casos más graves fue el de una turista estadounidense retenida en Alto del Guabo por manifestantes que protestan contra la polémica Ley 462, relacionada con la Caja del Seguro Social. Según confirmó la Policía Nacional en redes, la mujer fue hallada en buen estado, pero con un ataque de nervios.
“No es justo que una visitante venga buscando paz y salga con trauma, eso daña la imagen del país en el mundo”, dijo un empresario bocatoreño que pidió mantener el anonimato por miedo a represalias.
Desde APATEL, el comunicado fue claro: “El turismo en Bocas y Chiriquí está paralizado. Y esto, si no se resuelve pronto, tendrá efectos a largo plazo”. También pidieron al Gobierno Nacional que intervenga “de inmediato” y a los manifestantes que levanten los bloqueos que están afectando a miles de panameños.
El gremio insiste en que se debe buscar una solución pacífica y de consenso, que permita atender las demandas sociales sin afectar la economía ni poner en peligro a nacionales y extranjeros.
“Panamá no puede darse el lujo de perder su reputación como destino turístico seguro, mucho menos ahora que el país está tratando de levantarse económicamente”, remató APATEL.
Mientras tanto, en las calles de Bocas, los bloqueos siguen desde el pasado 28 de abril con aperturas intermitentes que no alivian del todo la tensión. Y los empresarios lo dicen sin rodeos: “Esto no aguanta más”.