Denuncia e investigación
Así como hemos censurado las agresiones de que han sido víctimas unidades policiales en el cumplimiento del deber por parte de ciudadanos desubicados y con conductas antisociales, tampoco podemos pasar por alto cuando estas unidades incurren en abusos valiéndose del cargo que ocupan.
En ese sentido, consideramos que debe investigarse a fondo la denuncia hecha por una ciudadana a través de las redes sociales, en la que vincula a un comisionado de la Policía Nacional en actos que riñen con la ética y que incluso pudieran ser constitutivos de delitos.
La eficiencia de los estamentos de seguridad y la validez del Estado de derecho se basan en una confianza en la sociedad en que las instituciones funcionan efectivamente y que los funcionarios -de cualquier rango, cargo o jerarquía- actúan conforme a derecho.
El ciudadano no es más que el agente de policía, pero tampoco es menos que este, y en sus interacciones mutuas, ambos deben actuar con respeto y corrección, por lo que resulta intolerable que se utilice el uniforme para influir en decisiones administrativas y judiciales.
Cuando se produzcan este tipo de denuncias, deben ser investigadas a fondo, y que no prive de manera mal entendida el llamado “espíritu de cuerpo”, ya que en la práctica el mismo puede convertirse en complicidad institucional con el abuso rampante.