A disfrutar, ¿para qué sufrir?
Por Gabriel J. Castillo
Es inevitable y hasta incomprensible tener que relacionar y con anticipación lo que pueda ocurrir con nuestra selección de fútbol en el nuevo Mundial 2026, extendido para 48 países. ¿Para qué tanta angustia?
El destino, desde el bombo 3, nos envió al último grupo, el L, con dos europeos de alto nivel competitivo: Inglaterra (4.º ranking FIFA) y Croacia, sumado con un africano, el siempre agresivo y peligroso Ghana.
Claro está, mi familia futbolera, que la pregunta que antecede al protocolar saludo es: ¿Cómo nos irá en este grupo?
Es cierto, ningún partido tiene resultado antes de haberse jugado, pero en el fútbol, como en la vida misma, existen niveles.
Inglaterra, los padres del fútbol, con un solo título, campeones del mundo en 1966, en su casa, cuentan con: Harry Kane, estrella fulgurante del Bayern Múnich; súmale Jude Bellingham, el crack del Real Madrid; y qué decir de Cole Palmer, la bujía del Chelsea.
Solo con estos tres, los ingleses superan la plusvalía de nuestro once criollo que, según Transfermarkt, está tasado en una ínfima suma de 40 millones de dólares.
Croacia, en los dos últimos mundiales, ha entrado al cuadro de honor; en Rusia 2018, jugó la final, y todavía a sus 40 años le alcanza a Luka Modric, ahora en el AC Milán, para carburar. Unido a Ivan Perisic (PSV Eindhoven) y Mateo Kovacic (Manchester United), denota su poderío.
Resta los de "tambores de guerra"; los ghaneses, con Jordan Ayew (Leicester City) e Iñaki Williams (Athletic Bilbao), no dejan de ser un plantel complicado que nunca se rinde.
¿Qué nos toca? Prepararnos bien. Si nos han invitado a una fiesta de traje, no podemos llegar en chancleta y bermudas. El PEC, plan de entrenamiento a competencia, será determinante para ver si arañamos uno de esos 8 mejores 3.er lugares.
La apuesta, y esta parafraseada, si Panamá le gana a Ghana, pasa.
Entendemos que hay mucha gente, incluso “que no les puedo llamar aficionados”, dispuesta a pagar estos paquetes de viaje que van desde los 4,500 dólares, ascendiendo hasta 8 mil dólares, para acompañar a la selección.
Claro, sin irrespetar, en un alto porcentaje, los que se apuntan a estas expediciones no son aficionados frecuentes de cada semana de la LPF, son ocasionales y motivados por vivir el momento.
Aquí debemos apuntar a crecer, que este Mundial nos ayude a superar barreras en nuestra endeble liga criolla.