Cooper no es Messi

Armando Cooper pudo ser un extraordinario futbolista.

Cooper es un jugador con el atrevimiento y el desparpajo del colonense que en la cancha intenta demostrar su autoestima.

No considero que Cooper sea un hombre soberbio. Es contestatario, sin complejos.
Y si hilamos muy fino, con su actitud, aboga por la justicia de un pueblo como el de Colón, que ha sido olvidado por muchos gobiernos.

Armando Cooper no es un extraordinario futbolista. Simplemente es un jugador que abundan en todas partes del mundo, pero que en nuestra selección, no tengo la menor duda, es una pieza importante.

La breve separación de Cooper del seleccionado nacional obedece a un acto de rebeldía en el que no encontró la solidaridad de sus compañeros.

Su rebeldía puso en evidencia al colombiano Hernán Darío “El Bolillo” Gómez como timonel de un barco a la deriva en plena tormenta.

Reintegrando a Cooper al seleccionado nacional, que esta noche enfrenta México, “El Bolillo” pretende retomar el control para poder navegar sin sobresaltos hacia la anhelada cita mundialista que acogerá Rusia en 2018.

Pero Cooper no es Messi. Ni tampoco Tejada es Ronaldo ni Gavilán es Pirlo ni Baloy es Sergio Ramos…

Cooper no es Messi, pero aporta más al equipo dentro de la cancha que muchos “líderes” que evidencian plenamente estar en el ocaso de sus respectivas carreras futbolísticas.
Así de simple.