La salud mental de la mujer
En atención a la reciente conmemoración del Día Internacional de la Mujer, quisiera dedicar un espacio a las particularidades de la salud mental en el género femenino.
Síndrome premenstrual, trastorno disfórico premenstrual y sobre todo la depresión posparto son algunas de las más notables alteraciones que sufre la mujer (por ser mujer) a nivel psicológico y emocional. Las mujeres, como género, supera en quebrantos emocionales al hombre.
En nuestro cerebro la estructura llamada eje hipotálamo-hipófisis es responsable de la segregación de hormonas determinantes en el estado emocional, como lo es el cortisol y, por ello, tiende más susceptible al estrés.
Asimismo, tenemos un sistema serotoninérgico que envejece antes en nosotras.
Trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, tienen mayor incidencia en el género femenino que en el masculino, algo que fácilmente se puede correlacionar con la etiqueta de cómo “debemos” ser vistas por los demás en sociedad, cruz con la que un hombre no tiene que cargar.
Fuera de eso, cabe resaltar que la estadística que sitúa a la mujer a la cabeza de padecimientos emocionales se debe a que son quienes más suelen buscar ayuda en materia de salud mental. Lo anterior obedece parcialmente a un sistema machista en el que es más aceptable para las mujeres el hacer despliegue de sus emociones (aunque luego les digan locas o neuróticas) que los hombres, a quienes erróneamente desde chicos se les inculca a “no llorar” y “no demostrar”.
Como bien dijimos, existen diferencias, pero al final, todos somos seres humanos, dignos de ser comprendidos y ayudados.