Héctor Brands cae en la madrugada: allanamientos y autos de lujo confiscados
Meilán subió el tono en la misma línea: pudo haber audiencia sin captura, pero el MP prefirió operativo.
Todavía era de noche. Panamá amanecía con el gallo, y justo ahí —5:30 a.m., la ley tocó la puerta de Héctor Brands, exdiputado y exdirector de Pandeportes.
No fue visita, fue una caída.
El Ministerio Público, junto con la Policía Nacional, lo aprehendió este martes 9 de diciembre de 2025, dentro de la Operación Bávaro, una pesquisa que desde hace meses huele a plata moviéndose como río revuelto: 28 millones en depósitos y retiros entre 2019 y 2025, en cuentas personales y sociedades ligadas a su nombre. Plata que, según la Fiscalía, no termina de cuadrar con su historia.
En paralelo, la madrugada se llenó de sirenas y botas en la calle.
Hubo allanamientos en Panamá, Panamá Oeste y Coclé, y no solo a Brands: 10 aprehendidos, entre ellos familiares, carros de lujo decomisados, fajos de billetes que no alcanzaron a esconderse, documentos que ahora hablan más que cualquiera.
Todo esto corre en un expediente bajo llave —reservado hasta el 21 de diciembre— porque el caso no es chico.
El caso se remonta a reportes de la UAF, que detectó movimientos raros, muy raros, vinculados a supuestas contratistas del Estado mientras Brands mandaba en Pandeportes.
Los papeles hablan claro:
- Multi Servicios Modernos, S.A.
- Services Solutions, S.A.
- MSM Production & Consulting Corp.
Empresas que, juntas, habrían gestionado más de 10 millones en contratos públicos desde 2019.
Y eso no es todo. Bajo su administración —2021 a 2023— se firmaron contratos y adendas por 601 millones de dólares, cifra que hoy está bajo lupa como billete falso a contraluz.
Lo que se viene no será suave:
El MP planea solicitar audiencia de imputación, y si el expediente se abre completo, podría destapar una red más grande de supuestos testaferros, manejo irregular y plata del Estado transformada en negocio privado.
Pero mientras el MP empuja, la defensa responde
Horas después, y con Brands ya en manos de la DIJ, sus abogados Víctor Orobio y Pedro Meilán comenzaron las averiguaciones.
Orobio fue de frente, sin rodeos:
“La Fiscalía no ha mostrado en qué se basa para lo que dice”.
Con tono firme aseguró que las empresas señaladas son lícitas y con soporte, y que aprehenderlo así —de madrugada, sin previo aviso— fue un golpe innecesario cuando, según afirma, Brands estuvo siempre localizable, con arraigo y sin intención de fugarse.
También cuestionaron que se trate como delito tener dinero en casa:
“Un empresario puede tener cinco mil dólares sin que eso sea ilegal. Aquí ven delito hasta en una transferencia entre familiares”.
Meilán subió el tono en la misma línea:
pudo haber audiencia sin captura, pero el MP prefirió operativo.
Ahora corren contra reloj para leer un expediente grosero en tamaño, con plazos de 48 a 96 horas.
Pidieron la orden de aprehensión, auditoría de Contraloría y análisis pericial de DIJ, porque —dicen ellos— hay piezas sueltas, vacíos y dudas graves en el proceso.
Brands, mientras tanto, espera ingreso formal a la DIJ.
La defensa asegura que lo verá por la tarde.
Las horas se sienten pesadas, como si cada minuto cargara más tensión que el anterior.
Y la calle lo sabe: esta historia apenas calienta
Lo que empezó como allanamientos en la madrugada, hoy es ruido de país.
Hay plata, hay poder, hay preguntas sin respuesta.
Si este caso se abre completo, puede arrastrar nombres, contratos y decisiones que muchos preferirían ver enterradas.