Rumba en sepelio de David Viteri
Dentro del féretro se observó a David Viteri, con un collar de oro grueso y otras dos joyas de oro, un reloj y una esclava también gruesos.
Redacción
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A lo grande, con todas las del ghetto, fue despedido David Viteri Laure, de 20 años, el hijo mayor del "patrón", como los colombianos llaman a David Viteri Ruedas, un narcotraficante que se hizo popular por “El Tumbe de Drogas” en marzo de 2006.
Familiares, amigos, y conocidos se dieron cita para darle el último adiós.
El sepelio tuvo dos etapas, la primera muy solemne y religiosa. Davisin o el Jr, como lo llamaba la familia, se encontraba en un lujoso féretro blanco.
La misa fue oficiada por el diácono Fernando Juárez en la Parroquia San José, ubicada en Paraíso Ancón. El mensaje buscó que los presentes reflexionaran sobre sus vidas, también habló de la resurrección y recalcó que se debe de vivir como Dios nos manda: bajo la ley de Señor.
Dentro del féretro se observó a David Viteri, con un collar de oro grueso y otras dos joyas de oro, un reloj y una esclava también gruesos.
En el coliseo deportivo esperaban a David con comida, bebidas y artistas. Había pavo, jamón, pescado, pollo, arroz y ensaladas.
Mientras que de beber había para escoger, Se entregaban botellas de Buchanan, Old Parr y Chiva. Si usted no tomaba ron podía servirse cervezas, sodas, refrescos y agua.
Atrás del féretro, en el fondo aguardaba el plato fuerte, una tarima improvisada donde familiares y amigos saltaban y bailaban cargando el ataúd. Hasta se destapó champaña y boxeadores, como el "Nica" Concepción movían el ataúd y cantaban a coro un repertorio de canciones del tiempo de ayer, interpretadas por Jam y Suppose. También se escucharon temas recientes de Timo Deh, Scarem Fish, Murder Cat, Mr Fox y Japaneses, por mencionar algunos.
A las 5:10 de la tarde el acto fue paralizado por la subcomisionada Meneses, ejecutiva de la Zona Canalera, pero alrededor de siete abogados que participaron conversaron con la funcionaria extendiendo el evento por cinco minutos más. Hay que reconocer que estaban bien custodiados, por policías motorizados.
Luego el ataúd fue llevado al Cementerio de Corozal, donde descansa en paz. El padre, David Viteri Ruedas, nunca asistió, el mismo se encuentra en México.