Los latinos se hacen sentir en la gran carpa

El toletero cubano-estadounidense Raúl Ibáñez ligó anoche dos jonrones para convertirse en el bate latinoamericano poderoso de la jornada del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

Houston / EFE

 El toletero cubano-estadounidense Raúl Ibáñez ligó anoche dos jonrones para convertirse en el bate latinoamericano poderoso de la jornada del béisbol profesional de las Grandes Ligas.

Mientras que en el montículo hubo duelo de serpentina venezolana que se acreditó Pedro Hernández al superar en cinco episodios a su compatriota Carlos Carrasco.

El bateador emergente cubano Kendrys Morales pegó jonrón de tres carreras en el décimo episodio, y el designado Ibáñez aportó dos para darle a los Marineros de Seattle un triunfo por 6-3 sobre los Atléticos de Oakland.

Morales (9) sacó la pelota del campo en la décima entrada cuando había dos corredores por delante.
El cubano superó los lanzamientos del cerrador Grant Balfour cuando había un "out" en el episodio y selló el triunfo de la novena de Seattle.

Mientras que Ibáñez (17) castigó a los Atléticos con dos cuadrangulares.

El veterano toletero cubano-estadounidense sacó la pelota del campo en la primera entrada contra los servicios del abridor Jarrod Parker, con un corredor en base y dos "outs" en la entrada.

Ibáñez, que lidera a su equipo en vuelacercas, volvió a desaparecer la pelota en la cuarta entrada con batazo solitario contra Parker, un "out" en el episodio, y logró su segundo juego con al menos dos jonrones en lo que va de temporada y por décimo octava vez en su carrera.

La victoria fue para el cerrador mexicano Oliver Pérez (2-1) que en dos entradas, permitió un imparable, dio una base y ponchó a dos.

Pérez enfrentó a ocho enemigos con 29 lanzamientos, 20 de ellos perfectos.

El abridor Hernández lanzó cinco episodios y superó a su compatriota Carrasco para dirigir a los Mellizos de Minnesota a un triunfo por 5-3 sobre los Indios de Cleveland.

Hernández (3-1) trabajó cinco episodios, permitió tres imparables, dos carreras, regaló seis bases por bolas y ponchó a dos para acreditarse la victoria.

El venezolano, que fue llamado de la Triple-A Rochester, suplió al lesionado Mike Pelfrey, y con 85 envíos, 40 perfectos, controló a 23 enemigos para dejar en 5,54 su promedio de efectividad.