CAF aprueba préstamo de $500 millones a Panamá para empujar el agro y pymes
El 50% del financiamiento irá directo a zonas rurales, donde el empleo y la producción siguen sosteniendo comunidades enteras.
Panamá no está hablando de promesas, está hablando de plata en la mesa. CAF –banco de desarrollo de América Latina y el Caribe– aprobó un préstamo A/B por hasta USD 500 millones al Banco Nacional de Panamá, con el foco puesto donde más duele y más se necesita: el agro, las pymes y las zonas rurales del país.
La operación busca fortalecer el crecimiento productivo de manera sostenible e inclusiva, en un país donde sembrar, producir y emprender sigue siendo cuesta arriba para miles de pequeños negocios.
Según lo previsto, más de 3.300 pequeñas y medianas empresas serán beneficiadas, y al menos 1.000 de ellas están lideradas por mujeres, una señal clara de hacia dónde apunta el financiamiento.
El esquema del préstamo no es improvisado. CAF actúa como prestamista principal, aportando hasta USD 150 millones en el Tramo A, mientras que el Tramo B moviliza recursos privados de bancos internacionales, regionales y fondos de impacto.
La idea es clara: multiplicar el alcance del dinero y dirigirlo a sectores clave, no dejarlo girando en el sistema financiero sin llegar al productor.
Los recursos serán canalizados por Banconal hacia actividades agropecuarias y agroindustriales, proyectos productivos estratégicos, pymes lideradas por mujeres, iniciativas verdes y negocios vinculados a energías renovables y eficiencia energética.
El 50% del financiamiento irá directo a zonas rurales, donde el empleo y la producción siguen sosteniendo comunidades enteras.
“El financiamiento fortalece el sector productivo panameño y empuja la soberanía alimentaria del país”, afirmó Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, al destacar que este tipo de operaciones refuerzan el rol del organismo como Banco Verde de la región.
Los números respaldan la urgencia. En 2024, el agro representó el 2,7% del PIB, pero generó el 14,6% del empleo nacional, llegando hasta el 40% del empleo en algunas áreas rurales. No es un sector menor: es sustento, trabajo y territorio.
El apoyo no se queda solo en el dinero. CAF también aportará cooperación técnica no reembolsable, enfocada en mejores prácticas ambientales, sociales y de gobernanza, incluyendo herramientas de inteligencia artificial para medir la huella de carbono en el agro, una apuesta directa por producir sin hipotecar el futuro.
Desde el Banco Nacional, el mensaje fue directo. Javier Carrizo Esquivel, gerente general de Banconal, aseguró que este financiamiento permitirá ampliar el alcance hacia los sectores productivos que sostienen el país, reafirmando el rol del banco como motor de desarrollo nacional.
En un contexto donde el productor espera hechos y no discursos, este préstamo pone recursos donde está el trabajo, con impacto social, económico y territorial. Ahora el reto será que el dinero llegue rápido y bien, hasta el último surco y el último taller.
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