Asueto y equipo
Sin duda que el pase de Panamá al Mundial de Rusia era un evento que merecía celebración. Un país repleto de noticias pesimistas, el triunfo ante Costa Rica y la sorpresiva derrota de EEUU ante Trinidad y Tobago, que facilitó el pase directo al torneo de fútbol, llenó de felicidad a todo el país.
Pero aun en la celebración, hay que cumplir las formalidades y el decreto ejecutivo 69 de 11 de octubre, proferido por el Ejecutivo mediante el cual ordenó el cierre de las empresas privadas por el pase de la selección nacional al mundial Rusia 2018, es ilegal e inconstitucional.
La medida es violatoria al articulo 44 del Código de Trabajo, el cual es claro al señalar que el Órgano Ejecutivo, con la aprobación unánime del Consejo de Gabinete, solo podrá ordenar el cierre de las oficinas públicas y empresas, por duelo nacional, lo que no es el caso que nos ocupa.
Panamá es un Estado de Derecho, en el que impera el principio de legalidad en los actos que ejecuten los funcionarios cualquiera sea su jerarquía, por lo que la decisión de decretar un “día libre nacional” en la práctica, es un acto populista que causa un enorme perjuicio a la economía nacional y puede ser demandado ante los tribunales de justicia.
Digamoslo como es, el presidente no tiene la facultad de decretar un día libre nacional, menos pasando por encima de lo que establece una ley, tal como lo es el Código de Trabajo.
Al parecer, los abogados que aconsejaron al mandatario desconocen la jerarquía normativa. Aparte de eso, luego de la fiesta le corresponde a la Fepafut exigir al cuerpo técnico un mayor compromiso de trabajo y hasta reforzarlo con la presencia de panameños comprometidos como los hermanos Dely Valdés.
Panamá debe preparar el mejor equipo posible con sus mejores jugadores. Al técnico Hernán Bolillo Gómez se le paga más de $35 mil mensuales y hay que exigirle una planificación y mayor trabajo, actividades que deben estar sujetan a verificación permanente, de lo contrario haremos un papelón en Rusia.