Cambio de chip
A unos días de concluir diciembre, tiempo de preparación para recibir el nuevo año, hago un alto para exhortar a la población a lograr un cambio en sus vidas, lo que considero apropiado ponerlo en práctica a partir del año que se avecina. Esa transformación que pido, en lenguaje tecnológico quiere decir “cambio de chip”.
Al utilizar este término, muy actual, lo hago con la certeza de que desde los inicios de los tiempos ese es el mensaje que a diario nos envía nuestro Creador con el fin de que se abandonen conductas inadecuadas, división en la familia, el famoso juega vivo, malos ejemplos que en nada ayudan en la formación de las nuevas generaciones y así muchos otros anti valores. Con frecuencia, la población es testigo de “shows” mediáticos que cubren la corrupción y la impunidad selectiva; flaco favor les hacen a nuestra juventud, a los trabajadores honrados y a quienes día a día luchan por mejorar su calidad de vida a través del trabajo honesto.
El año concluye con resoluciones que hacen pensar que la justicia no tiene nada de justa; se dan decisiones que poco favor le hacen a la población, máxime a la juventud, que se entera de constantes escándalos donde se burla la justicia y se enseña que el crimen sí paga. Pobres de los padres de familia que luchan contra tantos obstáculos que surgen a lo interno de la primera escuela, y a los que se suman las fechorías de quienes deben dar ejemplos y que con cinismo y descaro los exponen. Donde la injusticia priva y limita la paz.
¿Qué patrones está observando la generación de “millennials” y “centennials”? Una juventud estimada en unos 300 mil votantes que serán parte de la población que elegirá a las futuras autoridades. ¿Podrán ellos elegir panameños auténticos, honestos y éticos? ¿Podrán alguna vez ver en la política el medio para servirle al país? ¿Será posible lograr que no vean la política como un negocio carente de transparencia donde priva la corrupción y la impunidad? Por el bien del país, es preciso cambiar el chip.
A unos días de concluir el año, hagamos el propósito de cambiar el chip, esto implica tener ciudadanos auténticos, políticos honestos y una población con valores, en beneficio de mi Panamá, el país de las oportunidades.