Darse una oportunidad
Tras el cumpleaños número 60 de una dama a la que aprecio y quiero mucho, por su valentía y decisión de criar sola a sus cinco hijos, hoy todos adultos y ciudadanos de bien; una mujer que decidió encarar la vida, con sus altas y bajas hasta esperar que la promesa de Dios se cumpliera en ella, como muchas que existen en mi Panamá, el país de las oportunidades, no tengo más que decir que el día de vivir y amar es hoy; el ayer pasó y el mañana nadie sabe que trae.
Esta dama llega a su cumpleaños número 60 rodeada del cariño de sus hijos, hermanos, su madre octogenaria y varios nietos; este onomástico llega de la mano del amor, que la hace ver y sentir como una adolescente. Esa sonrisa y brillo en los ojos, acompañados de una que otra lágrima de gratitud hacia el que todo lo puede, se asoman y le hacen ver sorprendentemente feliz cada vez que cruza miradas con ese caballero que ha viajado millas para estar a su lado.
Hace poco leía sobre el amor a los 60, me sentía curiosamente atraída por conocer todas aquellas preguntas que pudieran existir alrededor de una pareja que, tras años de soledad, el amor les toca a su puerta en esta etapa de sus vidas. Expertos coinciden en que todos estamos, de alguna manera, programados para amar y sentir placer sexual desde que nacemos hasta el último aliento, por lo que el amor, la pareja y el sexo después de una determinada cantidad de años es natural y se disfruta a plenitud, toda vez que llegan cuando la vida les ha dotado de experiencia y madurez.
En esta etapa, el atractivo sexual y la belleza física pasan a un segundo plano; y en este caso específico, siento que son otros elementos los que se valoran, toda vez que en este tipo de relación interviene una forma de comunicación muy actual, las redes sociales, que están uniendo a parejas como en el caso que hoy me ocupa.
Este tema quizás identifica a personas que viven en soledad o están por tomar una decisión; el mensaje es darse la oportunidad de explorar un amor maduro, bajo las bases de la lealtad, confianza, complicidad, compañerismo y amistad a toda prueba. Permítase ser feliz, vale la pena intentarlo y vivirlo.