Depuración
Resulta preocupante la participación de unidades activas de la Policía Nacional en diversos hechos delictivos que se han dado en distintos puntos del país. En casos que van desde delitos contra la vida y la integridad personal, hasta tráfico de drogas, aparecen vinculados los uniformados.
Recientemente el director de la institución armada, el comisionado Omar Pinzón, reconoció que tales actos delictivos en los que resultan implicados policías, golpean la moral de la institución, aunque lo matizó, señalando que son una minoría los maleantes uniformados.
Lo cierto es que tales hechos son preocupantes, porque no es posible que los llamados a a defender al resto de la sociedad, olviden su compromiso y promesa de hacer cumplir la ley, que juraron al asumir el cargo.
Es necesario afinar el lápiz a la hora de seleccionar a los nuevos integrantes de la fuerza pública, ya que es un hecho reconocido por las propias autoridades que desde hace tiempo el crimen organizado busca penetrar a los estamentos de seguridad.
Es por ello que se hace necesario implementar una política de cero tolerancia ante la corrupción y desviación del recto camino de la ley por parte de algunos uniformados que traicionan su mandato de proteger y servir.
Contra estos elementos que le hacen daño a la mayoría honesta, hay que proceder con todo el peso de la ley, para que su castigo sirva de ejemplo y escarmiento.