Lo bueno vs. lo malo
Hace unos días, meditaba acerca de que lo que es bueno para uno es malo para otro. Puede ocurrir que la misma cosa resulte, bajo diversos aspectos, para la misma persona. ¿Pero qué tanto puede incidir esta situación? Será que tenemos algo de bueno y malo que lo utilizamos para aprovecharnos y no asumir responsabilidades. ¿Y qué sucedería si todos asumen una misma posición? ¿Quizás se estancaría la vida humana?
En ocasiones, las personas observan el mundo de una forma subjetiva, que los lleva a verla bajo su propia perspectiva. Eso es lo que quiere porque le conviene, sin tomar en cuenta la otra parte. Por ejemplo, hay quienes invierten en tener salud, otros esperan que la persona fallezca para lograr la venta del servicio funerario; unos se alegran por la construcción de una vía de acceso y otros se molestan porque les afecta su paz; unos ven la lluvia como buena para las siembras y otros como mala porque les evita disfrutar del sol. De hecho, las cosas no son buenas o malas, el ser humano las hace parecer de esa manera.
Al tomar decisiones sobre lo que es bueno o malo va a predominar la posición de que el resultado justifica los medios. A menudo, un país decide si una política es buena o mala basándose en los intereses de esa nación. Si la decisión que se toma no es la mejor, puede provocar conflictos y malestar en la población. Lo recomendable es pensar en el bienestar de todos o de la gran mayoría.
Obedecemos la ley, sin embargo, cuando nos afecta, apelamos a alguna autoridad más alta. Reconoceremos que existen elementos buenos y malos que afloran cuando sentimos que una decisión nos afecta. Aspectos como estos se dan en mi Panamá, el país de las oportunidades.
¿Dónde empiezan el bien y el mal? De hecho, cuando una situación afecta, se acusa a los demás. Incluso, se trata de cambiar a otros. Somos responsables, en alguna manera, por nuestra situación, cuando logremos cambiar, nuestra situación puede cambiar.
Realmente, es un tema difícil, se actúa por conveniencia, en el que la percepción difiere. Hasta se llega a esconder o maquillar para que no se sepa la verdad, punto de vista que puede llevar a cometer errores, de allí que es difícil determinar lo bueno versus lo malo.