Lujos legislativos
Ha causado indignación ciudadana el anuncio hecho por la presidenta de la Asamblea Nacional, Yanibel Ábrego, en el sentido de que adquirirán 5 lujosas camionetas para uso de la junta directiva de ese órgano del Estado.
El anuncio nos parece totalmente inoportuno e imprudente, tomando en cuenta el alto nivel de descrédito que tienen los integrantes del Órgano Legislativo ante la sociedad.
Los cinco vehículos costarán la friolera de 306 mil 832, dinero que bien pudo haberse utilizado con otros fines de beneficio social y no para pagar un lujo totalmente innecesario. Tampoco es válido el argumento de que los carros serán usados por los que ocupen esos cargos en el futuro, ya que es un hecho que el que llega quiere su “nave” último modelo, como decimos en buen panameño.
Comprar lujos con los dineros que pagamos los contribuyentes es una inmoralidad pública y retrata de cuerpo entero a estos funcionarios de elección popular que, una vez posesionados del cargo, se olvidan de sus electores.
El país atraviesa por muchas necesidades, y es evidente que ese dinero -más de un cuarto de millón- se pudo utilizar para otros fines más loables, que el de facilitar que Ábrego, sus dos vicepresidentes y dos funcionarios más, anden en ambientes refrigerados.
Ojalá la presidenta del Parlamento recul en esta desatinada compra, ya que persistir en la misma equivale a ponerle un clavo más al ataúd político en que se ha convertido este poder del Estado, sinónimo de vagabunderías, ostentación e infecundidad.