Movimiento cívico
Un indudable éxito fue la convocatoria realizada ayer por un conocido presentador de televisión a una marcha contra la corrupción en la Cinta Costera, miles de panameños de todas la condiciones sociales y económicas respondieron al llamado, lo que recordó el surgimiento hace 30 años de la llamada Cruzada Civilista Nacional que lideró la lucha contra la dictadura militar.
A la vista parece que será un nuevo movimiento cívico nacional, que unirá a los panameños.
Lo que hay que cuidar es que los intereses sectarios y politiqueros que siempre se cuelan en estas marchas no conspiren para tomarse el movimiento y desnaturalizar su propósito que no puede ser otro que el adecentamiento de la administración pública y la expulsión de su seno de los corruptos y vividores.
Tampoco debe servir esta marcha y las que en el futuro se realicen como trampolín para mezquinas aspiraciones electoreras porque, de lo contrario, se desilusionaría al pueblo y volveríamos al punto en que personajes se venden como impolutos y al final del camino quedan del lado de los opresores del sufrido pueblo panameño.
Por otra parte, no deja de ser relevante el sectarismo de quienes no se pliegan a las consignas mayoritarias y realizan actividades huérfanas de apoyo y credibilidad, esbozando consignas ideológicas extremistas y alejadas de la realidad nacional.
El pueblo lo que quiere es que se juzgue a los corruptos, ‘caiga quien caiga’ y que se adecente la Asamblea de Diputados, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y el Órgano Ejecutivo y que estas instancias no sean utilizadas para la persecución política a los opositores y de tapadera de la corrupción institucional.