Perlita
Escribo este artículo por las siguientes razones: 1) Advertir que el uso de menores de edad en actividades ilegales es algo que tiene por lo menos unos cincuenta años de darse en Panamá. 2) Señalar que no siempre los padres ayudan a sus hijos cuando aceptan actos que violan la ley. 3) Insistir en que hay que aumentar las penas a los que compren los objetos robados. 4) Resaltar que en los últimos tiempos hay una justicia blandengue.
Perlita era un niño de ocho años que se convirtió en el azote de pequeños negocios cercanos al Instituto Nacional. Un adulto quitaba vidrios de la ventana para que el chiquillo entrara y robara en el negocio. Su madre se encargaba de vender los objetos. Comentaba con sus amigas del barrio que Perlita era el “hombre de la casa”. Pasaron los años y el joven Perlita fue muerto a tiros por la policía. En medio del llanto, ella insultaba a las autoridades. No comprendía que al respaldar a su hijo en la delincuencia lo expuso a su muerte.
Desde hace muchos años, las autoridades saben que existen los delitos de hurto y robo porque hay un mercado negro donde se venden los artículos obtenidos ilegalmente. Las leyes son benignas para estos “compradores”, que realmente son cómplices del delito. En los años 60 del siglo pasado, conocí el caso de un fotógrafo que compró una máquina en la calle y pagó diez veces menos el precio correcto. Aunque no lo crean, la justicia lo absolvió porque consideró que era un comprador de buena fe. En estos momentos, si nadie comprara celulares, radios de carro, computadoras, etc., no sería un “buen negocio” robar.
De niño me dijeron que el “crimen no paga” y que quien “la hace la debe pagar”. Una cosa es promover la regeneración del delincuente. Pero ellos no deben burlarse de la justicia cumpliendo penas que dan risa. No hay excusa para transportar drogas que dañan la vida de muchas personas. Por ello el castigo debe ser ejemplar. Esto vale también para otros delitos. Hacer servicios comunitarios no es suficiente castigo para una serie de fechorías. No me extrañaría que eso podría alentar a seguir cometiendo delitos… (Dice el Cholito Mesero de Santana que ya Panamá metió un gol en el mundial… con los cien mil balboas del presidente para que esté allí).