Relacionistas oficiosos
Razón tuvieron el Foro Nacional de Periodismo y el Consejo Nacional de Periodismo, ambos organismos gremiales de los profesionales y empresas de la comunicación social, en rechazar la solapada exigencia del presidente Juan Carlos Varela, de convertir los medios de difusión de masas en vulgares alabarderos del régimen.
Al parecer, los asesores del presidente no le han dicho que la función de los medios no es divulgar las obras del Gobierno, porque entonces ya no se estaría ante empresas y profesionales del periodismo, sino ante relacionistas públicos y de esos el Gobierno tiene bastante.
Lo cierto es que el pedido, casi que desesperado del mandatario, responde a una realidad objetiva: su gobierno, simplemente no ha podido hacer clic con la población.
En ese sentido, es importante que el mandatario sepa que ya pasaron los tiempos en que se promovían figuras, lo que se quiere es que se promuevan obras y gestiones efectivas y si no existen tales gestiones, simple y sencillamente no habrá nada que comunicar.
Un medio de comunicación que se respete debe ser crítico ante la gestión oficial, porque precisamente esa ha sido la razón de ser histórica del periodismo: poner al descubierto lo que está oculto y publicar lo que el Gobierno no quiera que se sepa.
Ejemplo vibrante de esta vocación lo tenemos en Estados Unidos con los periodistas que destaparon el escándalo de Watergate, que desembocó en la renuncia del presidente Richard Nixon o los llamados “papeles del Pentágono’, que pusieron a prueba la libertad de expresión en aquel país.