Soluciones
Desde hace unos sesenta años se han realizado diversas actividades en Panamá para acabar con la pobreza. Nada de venir ahora a lucirse hablándonos de la pobreza “multidimensional”, ya que todos los países de la región conocían esta amarga realidad. Estas actividades para mejorar las condiciones de vida de los panameños pobres fueron (y todavía se hacen) realizadas por los Gobiernos, organismos internacionales, iglesias y hasta iniciativas personales. Hace sesenta años, las estadísticas indicaban que la mayoría de los panameños de la época eran pobres, muchos de ellos “extremos”. Lo que ha sucedido para que hoy, oficialmente, uno de cada cinco panameños sea pobre es que a veces las actividades para incorporar a los pobres a la economía fueron parciales. En otras se estrellaron con la falta de la educación necesaria para que pudieran mejorar. Añada acciones que no se terminaron por diferentes motivos.
Recuerdo que se hablaba de capacitar a los jóvenes en la producción de alimentos. Miles fueron capacitados para criar aves, pero faltó el mercadeo que sustentara el desarrollo económico. Esto pasó también en organizaciones campesinas como cooperativas, asentamientos y comités de salud. Fueron intentos llenos de buenas intenciones y tuvieron éxito algunas veces. Por eso hoy “solamente” uno de cada cinco panameños es pobre. Me pregunto ¿es un delito ser pobre? Recuerdo la frase de “pobre pero honrado”, que años atrás se refería a fortunas no bien logradas… Algunos proyectos vinieron del exterior como el de los “Polos de Desarrollo”. Cuando en universidades de EE.UU. inventaron la idea, ya existía aquí una Zona Libre en Colón. Se pensaba que sería generadora de riqueza para la Costa Atlántica. Por un tiempo lo fue, pero luego disminuyó en importancia económica.
Desde los años cincuenta, muchos campesinos pobres mejoraron sus niveles de vida con “Polos de Desarrollo” turísticos. Sitios como El Valle de Antón, Boquete y las playas del Pacífico recibieron turistas nacionales y extranjeros. Muchos compraron fincas y casas de veraneo… que necesitaban mantenimiento. Supe de familias humildes que con el sueldo de jardinero, limpieza y seguridad de casas turísticas dejaron la pobreza. Hasta sus hijos pudieron estudiar carreras universitarias. Características para dejar la pobreza son trabajar y aprovechar oportunidades. Nada de subsidios, becas para fracasados, donaciones y regalos de colchones, bolsas de comida, etc. (Dice el Cholito Mesero de Santana que lástima que la tromba marina del otro día no se llevó a los malos funcionarios).