Los excomandantes de las FARC narran la crueldad del secuestro
Los tratos inhumanos que sufrieron víctimas del secuestro en Colombia fueron narrados por tres mandos medios de la extinta guerrilla de las FARC vinculados por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en hechos de toma de rehenes y graves privaciones de la libertad.
Los excomandantes Marcos Alvis Patiño, Alfonso López Méndez y Jhoverman Sánchez relataron, en tres diligencias a las que fueron citados por separado en el caso 01 del tribunal, los horrores por los que hicieron pasar a civiles y miembros de la fuerza pública que estuvieron en cautiverio incluso durante años.
La JEP, creada por el acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, también investiga crímenes de paramilitares y fuerzas del Estado durante más de 50 años de conflicto armado.
Patiño rindió versión el pasado 4 de marzo sobre los tratos crueles que sufrieron los policías en los dos campos de secuestrados que comandó entre 1999 y 2000, lugares en los que los uniformados, encerrados en jaulas de alambre de púas, eran obligados "a hacer sus necesidades en bolsas" e incluso "en los recipientes donde comían".
"El secuestro era inhumano, denigrante y de las peores cosas que ha dejado el conflicto", reconoció el compareciente al aceptar que "el daño que hicimos en esta guerra es demasiado grande".
Uno de los casos por los que respondió fue el secuestro del intendente Luis Hernando Peña Bonilla, retenido durante el ataque en 1998 a la base de Mitú, capital del selvático departamento del Vaupés (este), quien sufría problemas de salud mental y hasta hoy sigue desaparecido.
"Yo incluí al intendente Peña en la lista de secuestrados enfermos para ser entregados en intercambio humanitario, pero luego fue retirado", respondió al comprometerse a averiguar con otros excombatientes sobre lo que le ocurrió a Peña Bonilla, quien según algunos compañeros de cautiverio fue asesinado.
Alfonso López Méndez, comandante del frente 27 de las FARC, uno de los más grandes de la extinta guerrilla, reconoció en la JEP que el frente llegó a tener 500 guerrilleros y 400 milicianos que hicieron presencia en regiones extensas de los municipios de Vistahermosa y San Juan de Arama.