Presidente uruguayo: "Esta vieja es peor que el tuerto"
El canciller de Argentina, Héctor Timerman, protestó este jueves ante Uruguay por considerar "denigrantes" expresiones del presidente uruguayo José Mujica, quien se refirió al fallecido exmandatario Néstor Kirchner (2003/2007) como "el tuerto" y a la presidenta argentina, Cristina Kirchner, como "la vieja"
Argentina
AP
"Esta vieja es peor que el tuerto", dijo el presidente uruguayo, José Mujica, sobre su homóloga argentina, Cristina Kirchner, y su esposo y predecesor, el fallecido Néstor Kirchner, cuando se disponía a dar una rueda de prensa y creía que aún no se habían encendido los micrófonos.
De visita en la provincia de Florida (centro-sur del país), Mujica conversaba el jueves con el intendente (gobernador provincial) antes de comparecer ante la prensa, acerca de las relaciones con los Gobiernos de Argentina y Brasi, consignó el diario montevideano El Observador, que difundió la grabación en su sitio de Internet. Según la crónica, el presidente no se dio cuenta de que los micrófonos ya estaban abiertos y la frase se oyó en la transmisión en directo vía satélite que hacía la página web de la presidencia.
Mientras se firmaban una serie de acuerdos, Mujica comentó: "Para conseguir algo de Argentina hay que recostarse un poco a Brasil. Es como la vieja ley del péndulo". Luego, continuó su explicación sobre las relaciones con los países vecinos y terminó con la frase "esta vieja es peor que el tuerto", en lo que se atribuyó una referencia a Cristina Kirchner y el difunto Néstor Kirchner.
Según el vídeo, difundido más tarde por el portal Subrayado, Mujica continuó diciendo: "El tuerto era más político, ésta es terca". Luego, el presidente recordó los regalos que Cristina Kirchner le hizo al papa Francisco cuando inició su pontificado. "A un papa argentino que vive 77 años, ¿le va a explicar lo que es un mapa? ¿Lo que es un mate (cuenco para infusión criolla) y un termo?".
El ministro canciller de Argentina, Héctor Timerman, protestó el jueves ante Uruguay por considerar "denigrantes" las expresiones de Mujica. "Argentina señala que es inaceptable que comentarios denigrantes que ofenden la memoria y la investidura de una persona fallecida, que no puede replicar ni defenderse, hayan sido realizadas, particularmente, por alguien a quien Kirchner consideraba su amigo", indicó en un comunicado oficial.
La protesta está contenida en una nota que Timerman entregó el jueves al embajador de Uruguay, Guillermo Pomi, a quien Argentina expresó "el profundo malestar que han producido las expresiones vertidas" por Mujica. La nota agregó que, "con relación a las palabras que utilizó el presidente Mujica para describir a la presidenta, se le solicita (al embajador) que, por instrucción de la presidenta, le haga saber al Gobierno de su país que no va a realizar comentario alguno sobre dichos agravios".
Por la noche, al ser consultado por los periodistas, el ministro de Exteriores de Uruguay, Luis Almagro, evitó comentar la nota argentina. Mientras tanto, las palabras de Mujica fueron rápidamente retomados en las redes sociales. En Facebook, se creó un sitio "Esta vieja es peor que el tuerto" mientras que en Twitter, en menos de una hora el hashtag #EstaViejaEsPeorQueElTuerto se convirtió en 'trending topic' en Argentina.
Una hora más tarde de la difusión de sus palabras, Mujica aseguró a la edición en Internet del diario La República que "estaba hablando de Lula y de Brasil". "Yo no les voy a dar pelota ni voy a recorrer el mundo aclarando nada. Que inventen los bolazos (disparates) que quieran", añadió el mandatario.
Mujica, un exguerrillero de 77 años que asumió en 2010 la segunda presidencia de izquierda en el país, hace gala de un estilo austero y un lenguaje llano que le ha dado una fuerte popularidad pero también críticas. En la red, muchos uruguayos comparaban el episodio con otro protagonizado en 2002 por el expresidente Jorge Batlle (2000-2005), que terminó viajando a Buenos Aires para pedir disculpas.
En junio de 2002, Batlle generó un fuerte revuelo en Argentina cuando dijo en diálogo con un periodista de la cadena Bloomberg -cuando la entrevista había terminado y creyó que las cámaras estaban apagadas- que los argentinos eran "una manga de ladrones, del primero al último". Tras la difusión de sus declaraciones, Batlle viajó a Buenos Aires y pidió disculpas ante cámaras al entonces presidente Eduardo Duhalde, con lágrimas en los ojos.