Pintura panameña de luto con la muerte de Sinclair

El laureado maestro de la pintura panameña Alfredo Sinclair Ballesteros falleció hoy a la edad de 98 años por una falla cardiaca, de acuerdo con informes de sus familiares.

Alfredo Sinclair Ballesteros nació en la ciudad de Panamá el 8 de diciembre de 1914, cuarto hijo de Jorge Sinclair, un ingeniero hidráulico inglés, y de la panameña Quintina Ballesteros, maestra oriunda de Gatún, pero poco después de su nacimiento la familia regresó a la costa del Caribe, donde residía.

Entre 1941 y 1945 compaginó su trabajo en la empresa de tubos fluorescentes Neon Product con sus estudios por la noche en la Escuela Nacional de Pintura, donde fue pupilo del pintor panameño Humberto Ivaldi, que le enseñó a dibujar.

También tomó clases de canto en el Conservatorio Nacional de Música y llegó a cantar en corales como bajo.

Tras ganar en 1943 el tercer premio en un concurso de pintura convocado por la Cervecería Nacional, en 1947 vendió su automóvil para conseguir algún dinero y viajó a Argentina, donde fue admitido en la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Cárcova, en Buenos Aires.

Cuando se le acabó el dinero y los bienes que vender, Sinclair consiguió trabajo en una fábrica regentada por un compatriota, lo que de nuevo le permitió compaginar los estudios de arte con un empleo formal.

Obtuvo una beca del Ministerio de Educación de Argentina para continuar los estudios artísticos en Buenos Aires, donde tuvo la oportunidad también de asistir a exposiciones en las que conoció la obra de artistas como Gauguin, Modigliani, Matisse o Pollock, y en 1949 obtuvo el cuarto puesto en el XXVIII Salón Anual de la Asociación de Estudiantes y Egresados de Bellas Artes.

En enero de 1950 presentó su primera exposición individual en una galería de Buenos Aires y, dando por concluida su etapa de formación, regresó a Panamá, donde se estableció como pintor y ese mismo año organizó cuatro exposiciones individuales y ganó una mención honorífica en el Concurso Nacional de Pintura.

El 13 de septiembre de 1953 se casó con Olga vila, con quien tendría tres hijos: Jorge, Olga (que también siguió la carrera artística y que ha expuesto con su padre) y Miguel ngel.

Ese mismo año participó en una exposición colectiva titulada "Diez Pintores Panameños", en la Unión Panamericana de Washington (EE.UU.) y el diario "The Washington Post" lo identificó como el artista más completo por un óleo suyo en el que emplea vidrio molido coloreado.

Su técnica fue apartándose de las tradicionales, incorporando elementos como vidrios de colores procedentes de tubos de neón mezclados con el óleo. Un cuadro con este tipo de técnicas mixtas, titulado "Mato Grosso", obtuvo en 1955 el primer premio de pintura del Concurso Ricardo Miró.

Entre 1960 y 1963 impartió clases de arte en el Instituto Alberto Einstein, este último año dictó dos cátedras en la Escuela de Artes Plásticas y en 1972 obtuvo una plaza de profesor de arte en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá, puesto que ocupó hasta 1979, cuando se jubiló de la docencia.

Su trabajo, en el que siempre ha destacado el uso de colores brillantes y luminosos, pasó sucesivamente del figurativismo a la abstracción, para regresar de nuevo a lo figurativo, al expresionismo y a lo semiabstracto.

En 1991 el Museo de Arte Contemporáneo presentó una retrospectiva de su carrera y ese mismo año el Gobierno de Panamá lo condecoró con la Orden Vasco Núñez de Balboa en grado de Comendador.

Sus obras figuran en las colecciones de la Biblioteca Luis ngel Arango de Bogotá, el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, el Museo de Bellas Artes de Caracas, el de Arte Moderno de Nueva York o el de Arte de las Américas de Washington D.C.

Su hija Olga alcanzó el Record Guinness por reunir a más de 5.000 niños pintando a la vez en las escalinatas del Canal de Panamá el pasado 18 de enero.