Tongos empujan a ngäbes

La ausencia de algunos miembros de la Comisión de Gobierno fue la gota que derramó ayer el vaso de agua para que la comisión indígena decidiera levantarse de la mesa del diálogo sobre el futuro de la hidroeléctrica Barro Blanco y cerrara un paño de la vía Interamericana, en medio de empujones y gritos con unidades de la Policía Nacional.

Los indígenas se molestaron cuando se conoció quién sería la gran ausente a la mesa: la vicepresidenta y canciller, Isabel de Saint Malo, encargada por el presidente Juan Carlos Varela para conducir las negociaciones con quienes se oponen a la obra, que está casi terminada (a un 95%).

En su lugar, llegaron el vicecanciller Luis Miguel Hincapié y el director de la Autoridad de Servicios Públicos (Asep), Roberto Meana. Esto fue catalogado como una "burla" por los indígenas.

La miembros de la comisión indígena se levantaron de la mesa y decidieron unirse a un grupo que ya se mantenía en la entrada del distrito de Tolé para cerrar un paño de la vía Interamericana. Inmediatamente, una gran cantidad de policías impidió el bloqueo total. Los indígenas solo ocuparon un paño.

La situación se tornó confusa cuando la policía creó una barricada en medio de la vía para dejar un paño despejado. Los indígenas vociferaban que los uniformados los estaban empujando y pateando.

Manolo Miranda, dirigente del Movimiento 10 de Abril (M-10), cuestionó el militarismo contra los indígenas. "El gobierno de Varela se ha tomado el oriente de la provincia con las unidades policiales, se ha militarizado el proyecto de Barro Blanco y otros puntos", señaló.

La comisión indígena lanzó una advertencia a la Comisión de Gobierno de que retire las unidades de la Policía Nacional de los diferentes puntos, como Viguí, Barro Blanco y Tolé, y que se presente a la mesa del diálogo la canciller Isabel de Saint Malo junto al resto de las autoridades de Gobierno. De lo contrario, no se sentarán a dialogar.