RESCATE DEL OLVIDO # 516. EPIFANIO GARAY 1849 - 1903
Este óleo de referencia del Bolívar de Epifanio Garay es una creación que tiene mucha importancia desde varios puntos de vista. “Una de ellas es que es un patrimonio simbólico muy fuerte porque es una imagen comisionada por Rafael Núñez a Epifanio Garay cuando vino a Cartagena en un momento muy especial, para la apertura de la Escuela de Bellas Artes, que resumía el espíritu de la enseñanza de las artes a finales del siglo XIX. Garay venía a dirigir la Escuela de Pintura”, sostiene Eduardo Hernández, director del programa de Artes Plásticas en la Institución Universitaria de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar, y curador del Museo de Arte Moderno de Cartagena. “Sin duda, esto era un indicador de progreso en una ciudad que estaba entrando en la nueva República de Colombia”, asegura Hernández.
En la obra también están reflejados muchos de los personajes que formaron parte de lo que podríamos denominar un movimiento cultural representativo del quehacer de la ciudad en ese momento, rodeando al Libertador en esta importante escena. Desde este punto de vista, el cuadro es portador de una memoria muy significativa. Representa un momento en el que Cartagena estaba iniciando un proceso de transición porque venía de una larga decadencia de por lo menos unos 50 años a lo largo del siglo XIX.
Paralelamente, con la elaboración de este importante lienzo coincide la puesta en marcha de obras de gran relevancia histórica, como la construcción del ferrocarril y la Torre del Reloj. También el himno nacional, creación de Rafael Núñez, se estrena para estos años en que Garay pinta esta obra, cómo un símbolo de la identidad nacional.
Este cuadro de Garay es el símbolo de la conformación del departamento de Bolívar. El autor se da a la tarea de construir la imagen simbólica del Libertador, en una actitud victoriosa después de una importante batalla.
Epifanio Garay había estudiado en Francia y había visto los cuadros que en su momento se habían hecho de Napoleón Bonaparte, por lo que vierte toda esa influencia en su obra y sitúa a Bolívar adquiriendo una dimensión de majestad. En una postura muy similar a las que se hacían de Napoleón, cómo si se tratara de un patriota francés.
“Garay tenía la capacidad de resumir en un cuadro una cantidad de elementos ya acreditados de origen francés. He aquí la importancia del autor en querer darle al personaje una representación desde el poder, que había acuñado a partir del modelo europeo”, precisa Eduardo Hernández, especialista en estudios del arte. “Garay, evidentemente, no conoció a Bolívar, pero la imagen de Bolívar perduró en todo el siglo XIX con mucha fuerza”, agrega.
Núñez era la figura política más influyente de la segunda mitad del siglo XIX. Garay usa en esta obra una figura de Bolívar, rodeándolo de una idea de batalla, donde el Libertador está victorioso, impecable y limpio. Al fondo, una tropa en medio de la guerra. Era la creación solicitada por Rafael Núñez.
Este Bolívar es una imagen del poder desde la visión de Garay. El departamento lleva su nombre, pero además, el artista debía construir un ícono para tal fin, un hito o una referencia visual condensada en una obra sobre la que no hubiera dudas. Una creación artística sobre la que todos estuvieran de acuerdo.
Entonces es una obra que contiene varios elementos de valor, en cuanto construye un símbolo en la producción de Garay. El retrato como género fue una de las expresiones artísticas más importantes de la historia del arte en el siglo XIX, y Colombia y América Latina no fueron la excepción.