RESCATE DEL OLVIDO # 518. ROBERTO LEWIS 1874 - 1949
El día 22 de los corrientes, aniversario del nacimiento del historiador nacional don Samuel Lewis, entregó su alma al Creador su hermano Roberto, el último vástago de la familia Lewis García de Paredes. Fue el mayor, el doctor Henrique Aristides (1868 – 1934), médico eminente y hombre de vasta cultura; le siguió nuestro compañero en la Academia Panameña de Historia, abogado de nota y orador de alto coturno, don Samuel (1871 – 1939), y el postrero de ellos, el pintor nacional don Roberto.
Del matrimonio de don Henrique Lewis y de doña Catalina García de Paredes, nació en la ciudad de Panamá, el 30 de septiembre de 1874, don Roberto Gerónimo Lewis. En esta capital hizo sus estudios primarios en la escuela de las Hermanas de San Vicente de Paul. Siguió luego a Francia y allá ingresó en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, de Passy. Una vez terminada su educación secundaria, regresó al país y estuvo dedicado al comercio a lado de su tío, don Gerardo Lewis. Su inclinación a la pintura, desde su más tierna infancia, hizo que volviera a la Ciudad de Luz y estuvo en la Academia de Bellas Artes de París, donde coronó sus estudios definitivos que lo consagró como pintor de indiscutible méritos. En el taller Bonnat ejecutó sus primeros cuadros, que más tarde algunos de ellos- ganarían premios en exposiciones internacionales y nacionales.
Don Narciso Garay en sus “Recuerdos Bohemios” (“Lotería”Nº.40, septiembre de 1944) nos ofrece los mejores recuerdos e impresiones de Roberto Lewis, en el París de 1890.
Del año de 1904 al de 1912, fue cónsul de Panamá y luego cónsul general en París. En 1904, le tocó hacer en la capital de Francia, en su carácter de representante cónsul de la República, el traspaso de los bienes de la Compañía Internacional del Canal Interoceánico al Gobierno de los Estados Unidos de América.
En 1912 vino a Panamá y aquí fue director de la Escuela Nacional de Pintura. En la Exposición Nacional de Panamá en 1915, fue director artístico en compañía de los señores don Narciso Garay y don Carlos Endara. Durante mucho tiempo estuvo de profesor de Pintura, hasta 1937 -año de su jubilación- en la Escuela Normal de Institutoras, en la Escuela de Artes y Oficios y algunos colegios particulares.
En esta capital pueden admirarse las obras debidas al pincel del maestro Lewis.
En el Teatro Nacional: el telón de boca, el plafont y el foyer. En el Palacio Presidencial: los retratos de algunos de los últimos gobernadores del extinguido Departamento de Panamá; los de la Junta de Gobierno Provisional de la República y los de los presidentes de Panamá de 1904 a 1948. En el Salón Amarillo del mismo Palacio sus cuadros al óleo, de gran tamaño, tales como el descubrimiento del Mar del Sur y los referentes al descubrimiento del Istmo de Panamá; la conquista; la fusión de las razas; la independencia; la abundancia y el trabajo. Y en el comedor de la misma casa presidencial, los cuadros murales, al óleo, sobre asuntos nacionales, basados en la pesca y en la caza.
En la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, de la ciudad de Santiago, de Veraguas, están sus últimos murales, de tamaño heroico, que pregonan a la faz del país y del mundo, lo que dio y valió el mágico pincel de este artista nacional. Lástima es que Lewis murió sin haber terminado su grandiosa concepción del desarrollo de la cultura humana. Apenas están en esa escuela su “Carro de Apolo”, “El Hombre de las Cavernas”, “Las Pirámides en construcción”, El Hijo del Hombre”…
Roberto Lewis, además de pintor, fue escultor: en La Chorrera está su busto de nuestro exquisito poeta Tomás Martín Feuillet, y en el Cuartel Central de Bomberos de Panamá, el medallón de don Ricardo Arango, probo gobernante panameño en la época de nuestra unión a Colombia.
Pero donde don Roberto Lewis plasmó su recia personalidad fue en los retratos al óleo. Ellos se encuentran en la Presidencia de la República, en varios ministerios y dispersos en varias oficinas públicas y en muchas residencias particulares. “Épocas” septiembre 29, 1949.”
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