Presidenta sanciona ley de adopciones
El propósito de esta Ley es facilitar la asignación permanente del niño, niña y adolescente con familias receptoras o con padres adoptivos que puedan brindarle amor, seguridad, cuidado y apoyo.
Panamá
EFE
El presidente panameño, Ricardo Martinelli, sancionó hoy la nueva ley general de adopciones que agiliza el trámite y previene el tráfico y trata ilegal de infantes, informó una fuente oficial.
La nueva norma, que suprime los trámites burocráticos y le dará mayor agilidad al proceso de adopción, fue rubricada por Martinelli y el ministro de Desarrollo Social de Panamá, Guillermo Ferrufino, indicó un comunicado de la Presidencia panameña.
Esta disposición fue aprobada por la Asamblea Nacional (AN) de Panamá en junio pasado y subroga la Ley 61 de 2008 de adopciones.
Su propósito es el de facilitar la asignación permanente del niño, niña y adolescente con familias receptoras o con padres adoptivos que puedan brindarle amor, seguridad, cuidado y apoyo.
Tiene artículos sobre la confidencialidad de las partes en estos procesos y para prevenir el tráfico y trata ilegal de niños, niñas y adolescentes u otras actividades de asignación ilegales, según la información oficial.
La nueva ley precisa que el órgano Judicial (OJ), mediante los jueces de niñez y la adolescencia, es el que decidirá inhabilitar a los padres biológicos y dar en estado de adopción al niño.
El juzgado, según explica el texto aprobado, asigna la audiencia en un término no mayor de 15 días, y de existir apelación se notificará a las partes y se decidirá en 25 días.
La Secretaria Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENIAF) recibirá las solicitudes que serán evaluadas por un comité de asignación de familias integrados por dos técnicos de esta entidad y un miembro del Colegio de Abogados.
La ley establece pautas y requisitos, términos administrativos y sanciones judiciales a los que desean lucrar con las adopciones.
En esta norma se reducen los términos de investigación en la etapa preadoptiva para disminuir el daño que provoca la permanencia de esos niños en instituciones sociales, lo que causa, para los expertos en familia, un singular perjuicio emocional en ellos.
La nueva ley regirá al siguiente día de su promulgación en Gaceta Oficial.