Los “friend-enemy”
De junio hacia acá, el mandatario Juan Carlos Varela olvidó la vieja amistad con su doble colega Nicolás Maduro de la que hacía gala y ahora a cada momento censura y condena las acciones del chavismo.
Venezuela vive una crisis económica, política y social, sin que se vislumbre una salida, porque el país está radicalizado de lado y lado.
Tras 17 años de chavismo, el gobierno de Maduro sufre la inflación más alta del mundo, su PIB descendió 23% sobre todo por el desplome del petróleo que financia el 96% de los ingresos por exportaciones. El crudo llegó a estar en $100 el barril, empezó a caer en 2014, hasta bajar a $25 en 2016 y a $44 en 2017.
El 12 de agosto de 2014, Varela dijo en CNN que Maduro era su "amigo" y que siempre le pide a Dios que "lo ilumine y le permita conducir a su pueblo en paz". La amistad con Nicolás viene desde que ambos eran cancilleres.
Varela mantuvo cierto coqueteo con el chavismo, que algunos sectores consideraban que era una forma de favorecer el cobro de una millonaria factura que Venezuela mantenía con la aerolínea Copa, propiedad de su sostenedor Stanley Motta.
Luego la amistad Varela-Maduro salió nuevamente a flote a finales de agosto del 2015, cuando Panamá se comprometió con el gobierno de Colombia para votar a favor de una reunión de cancilleres de la OEA para abordar un diferendo con Venezuela, pero a última hora cambió de idea.
Colombia necesitaba 18 votos y logró 17; le faltó el de Panamá que optó por la abstención luego que Nicolás Maduro llamó por teléfono a Varela.
Pero el amor por el presidente del Arauca vibrador cambió desde que Varela se reunió el 19 de junio pasado con el presidente de EEUU, Donald Trump. Desde ese día, Panamá ha condenado, censurado, desconocido y apoyado sanciones contra el chavismo.
Para un exembajador, la posición de Varela es similar a la de Trump y de los13 países de América Latina y la Unión Europea. Es una línea coordinada del imperio y tenía que cuadrarse.
Sin embargo, el exdiplomático destaca que la OEA no fue capaz de buscar una mediación ni siquiera una resolución, por lo que el imperio necesita negociadores y en ese papel Panamá puede servir.
Al igual que asesores militares de Trump, el exembajador descarta una invasión de EEUU, porque Washington está empantanado en Medio Oriente, tiene muchas contradicciones con Europa y su frente interno políticamente está muy fraccionado.
A juicio de la fuente, la oposición venezolana se equivocó pensando que podía tumbar a Maduro y ahora no sabe qué hacer, por lo que puede optar por salvar cara con la ayuda internacional
Para Richard Morales, el politólogo y miembro del FAD, Juan Carlos Varela está siguiendo órdenes de Trump y en eso coincide con el exembajador ante la OEA, Guillermo Cochez, quien prefirió alegar que el Presidente panameño fue “presionado” por Washington.
A juicio de Morales, Varela ha subordinado la política exterior panameña a la estadounidense, traicionando los intereses de Panamá y Latinoamérica, y humillado a nuestro país al adoptar una posición servil y colonial.
Según el representante de la izquierda, Varela representa un gobierno débil y entreguista, sin políticas, proyecto o principios propios.
Para el catedrático Luis Navas, el Canal nos obliga a observar una política de neutralidad y debe exigir el cumplimiento del derecho internacional que establece el respeto a la no injerencia y el derecho a que cada Estado decida su propio destino.
La mejor contribución sería abanderar y propugnar por la solución pacífica y una salida negociada al conflicto venezolano, con lo cual tendríamos una política exterior digna y alejada de la subordinación.
“Por nuestra propia experiencia tenemos la suficiente autoridad para impulsarla y generar otros apoyos, porque una guerra en Venezuela solo beneficia a quienes se quieren apoderar de sus riquezas naturales. Con esto perdemos todos los latinoamericanos.”
Ya Varela apoyó las sanciones de EEUU contra 13 funcionarios que empujaron las elecciones de Constituyente en Venezuela, pero se quedó mudo cuando luego Trump sumó a la lista a Nicolás Maduro.
Maduro parece leer entre líneas los mensajes de Varela y en su reciente discurso al estilo Open English, donde exclamó: 'the constituyen gu gu gu gu', se refirió en duro términos a varios mandatarios, pero al nuestro lo trato más suave.
“El emperador Donald Trump, da órdenes como emperador que es y salen sus vasallos, sus esclavos, el Gobierno de Colombia, de México y de Panamá. ¡Esclavos! Arrodillados a las órdenes del imperio norteamericano de Donald Trump, a cumplir sus órdenes. No tienen límites para hacer el ridículo", disparó.
Así avanza la crisis de Venezuela, donde los militares serían los que pueden jugar un papel determinante, pero parecen estar bien adoctrinados tras 17 años de chavismo y con simples protestas callejeras o gobierno paralelos en el exilio, sería alargar la agonía. Sin embargo, para algunos analistas la situación requiere una salida política negociada, que puede pasar por sacrificar a Maduro, pero mantener al régimen hasta las nuevas elecciones y garantizar amnistías para la cúpula chavista. ¡Pero esa una decisión de los venezolanos!