El que peque morirá
“…El alma que pecare, esa morirá”, Ezequiel 18:4. La palabra de Dios resulta estremecedora para todos los que en Él creemos y somos parte del cuerpo de Cristo y una aplastante verdad para los que pecan y son condenados a la muerte en el infierno. ¿Está jugando Dios, o sugiriendo que el pecador es reo de muerte? Dios no deja nada al azar o a la decisión de los hombres.
Ante Dios tenemos una responsabilidad por nuestros pecados, los que están esperando juicio y condenación tendrán que responder por sus obras, ni el diablo ni sus demonios serán condenados por los pecados ajenos. Los falsos apóstoles o las falsas religiones como los Testigos de Jehová, mormones, católicos, adoradores de imágenes, adventistas, los de la prosperidad y los seudoapóstoles “todo es plata”, todos tendrán que responder ante Dios y su condena no se tarda.
Ezequiel profetiza sobre la condena de Israel, el pueblo amado de Dios; ni el amor de Dios por ellos ni la misericordia del Señor los salvó del juicio y destrucción. El llamado de Dios es al arrepentimiento genuino y verdadero, solo el que se arrepiente de sus pecados y nace de nuevo, ese es el que en santidad verá el rostro de Dios. Los rabinos no permiten la lectura del capítulo 16 de Ezequiel verso 34, que se refiere a Israel: “Y ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres: porque ninguno te ha solicitado para fornicar, y tú das la paga, en lugar de recibirla; por esto has sido diferente”. Esta palabra es muy dura y se aplica perfectamente en el día de hoy, cuando los que dicen ser de Cristo blasfeman su nombre en las sinagogas de Satanás, las falsas iglesias, como la mayoría de las pentecostales y evangélicas. Predican mentiras del demonio y tienen a la gente engañada con una falsa salvación. Cantan inmundicias, roban de la bolsa, se hacen ricos con la religión del demonio. Busca la única verdad que es Cristo. Amén.