Hacer
U no de los aspectos positivos de la pasada campaña electoral fue que los candidatos de oposición prometieron seguir las principales obras que ha hecho o hace
Milcíades Ortiz Milcíades Ortiz
U no de los aspectos positivos de la pasada campaña electoral fue que los candidatos de oposición prometieron seguir las principales obras que ha hecho o hace el gobierno actual. No podían ocultar las transformaciones que ha vivido el país en cinco años. Aunque moleste a varios, quienes pasamos de los cincuenta años sabemos que es cierto el “eslogan” que se hizo más en cinco años que en cincuenta. Esperemos que esta actitud de los candidatos se mantenga al llegar al gobierno. Estaríamos consiguiendo que se respeten los llamados “asuntos de Estado”. Antes el nuevo gobierno no continuaba obras del anterior para no resaltar la labor de los contrarios.
Todavía hay mucho por hacer, principalmente a niveles bajos de la sociedad. Aunque debe tomarse en serio los problemas de alcantarillados, contaminación, deforestación, tranques, etc., de la ciudad capital y otras del interior. Ojalá que los hospitales en construcción se terminen lo antes posible y tengan el equipo material y humano. Cuando uno está enfermo, no le importa de qué partido o color sean las personas que le devolverán la salud. Sugiero que algunos servicios de atención médica y laboratorios del Seguro Social funcionen hasta altas horas de la noche, ¡sábado y domingo! Un experimento hizo hace años el Seguro. Me tocó ver decenas de asegurados buscar atención en la noche.
Creo que hay recursos económicos y humano suficientes. No se justifica que barriadas cercanas a la capital no tengan buen servicio de agua. Ya sea construir más depósitos, o potabilizadoras, ese problema requiere tratamiento especial. El nuevo mandatario habló de acabar con letrinas y otras muestras del subdesarrollo sanitario en el interior y barriadas cercanas a las ciudades. Este es un problema antiguo. Hay que intensificar los llamados acueductos comunitarios. Se necesitarán varios millones y mucho personal. En el Ministerio de Salud hay gente capaz de lograrlo. Por lo menos debe haber una cobertura del noventa por ciento en áreas campesinas y barrios populares de tanques y alcantarillados sanitarios.
No hay que desperdiciar la participación de la misma comunidad en las soluciones de estos problemas. Así se controlarían acciones “paternalistas” que luego podrían manipularse en unas elecciones...