Panamá, controlado por el sistema
“…Uno de los postulados del torrijismo es la verdad íntima, es decir, la verdad concordante entre lo que se es y lo que se piensa. Ser una cosa y hacer o decir otra lleva un vicio de raíz. Es ser malo con una máscara de bueno, que es ser dos veces malo. Ese es el caso de los moralistas sinvergüenzas a quienes habría que aplicarles el refrán de nuestros campesinos: “escrúpulos de la gallina, comen mierda y se limpian el pico”.
Memorias de un sargento ilustrado, capítulo VIII. Libro: Mi General Torrijos.
El general, comandante jefe de la Guardia Nacional, Omar Torrijos, murió de forma violenta, joven y en plena madurez política, hace 37 años; el 31 de julio de 1981.
Entre sus grandes logros políticos podemos enunciar:
* Cambiar las tradicionales reglas que mantuvieron a la nación panameña bajo control total de la oligarquía. Mantenían en sus manos el poder político y el poder económico. El general Torrijos, con su revolución, le quitó a la oligarquía el poder político y les dejó el poder económico. Que hoy, después de la invasión de diciembre de 1989, ese gran cambio se revirtió. La oligarquía tiene bajo su control los 2 grandes ejes de poder: el poder económico y el poder político con el apoyo de la Fuerza Pública, como en los viejos tiempos, antes de 1968.
Ahora está imponiéndose un modelo de gobernar para el beneficio de una sola clase social y económica, y mantener el sistema actual o mejor conocido como el “establishment” que impone presidentes y apoya a candidatos presidenciales si surgen de sus entrañas y se adaptan a mantener el sistema actual, sin importar a qué partido político pertenezcan.
Desde la invasión militar de los EE.UU. a Panamá, se impuso un modelo de gobernar de la derecha empresarial que cambió total y radicalmente, lo que funcionó como modelo de desarrollo nacional en la era del proceso revolucionario, imponiéndose un método que nos rige actualmente, pero que está agotado y hay señales claras de que el país está buscando cambios.
Como pasó en los EE.UU. y recientemente en México, los pueblos hartos del modelo y sistemas, votaron por figuras que les puedan ofrecer, dar o hacer los cambios.
Estamos al borde del barranco como nación, con un sistema político económico que se consolidó después de la invasión militar de diciembre de 1989, que se está derrumbando por ataques externos al centro financiero nacional y las malas condiciones de vida internamente. Los malos gobernantes son los responsables, pero el pueblo ya tomó su decisión y actuará.