Sueño
Mientras muchos panameños hacemos esfuerzos y “logística” para que el sueldo de la quincena alcance, otros ya sufren de “politiquiritis”. Se pasan horas haciendo cálculos y pensando qué partido ganará las próximas elecciones. También los candidatos que tienen “chance” de alcanzar la “papa” gubernamental. Hace poco, alguien quiso saber mi opinión al respecto y me costó decir algo. Me acordé de un viejo chiste de la Guerra de los Mil Días colombiana. Dicen que un chinito tenía una tienda en un pueblito. No se metía en política porque solamente vivía para mantener a su familia. El poblado fue tomado por tropas del Gobierno conservador. Varios soldados le preguntaron con quién estaba y él dijo “el pueblo”. Ellos creyeron que pueblo eran los rebeldes y le dieron una paliza. Semanas después se apoderaron del lugar los liberales rebeldes. Como no sabía nada de política, el chino no distinguía entre un bando y otro. Al preguntarle con quién estaba, dijo con “el Gobierno”. Recibió una paliza de los liberales.
Aprendió la lección el chino-colombiano. Cuando otra vez el lugar fue tomado por uno de los bandos en guerra y le preguntaron con quién estaba, contestó miedoso: “Di tú primero con quién estás…”. Aunque el viejo chiste dé risa, indica una realidad en toda Latinoamérica: muchas personas no participan de la politiquería. Solamente se preocupan por vivir lo mejor que puedan. Recordé esto al enterarme de que oficialmente hay cerca de cuatrocientos mil jóvenes que votarán por primera vez en las próximas elecciones. Ya existen grupos políticos que sueñan con convencer a los ciudadanos novatos porque esos miles les pueden dar la victoria. Lo difícil es conseguir esos votos. Algunos piensan que nuestros jóvenes novatos no se tomarán la molestia de ir a votar porque no creen que cambiarán las cosas. Otros sostienen que ellos pedirán consejos a adultos. Serán una “extensión” de los experimentados. Aunque digan que los “jóvenes son el futuro de la patria”, los partidos les dan poca oportunidad para surgir en términos generales.
Añada que la mayoría de nuestros partidos actuales no tienen programas efectivos de capacitación de sus miembros jóvenes. Hay secciones juveniles, pero siempre para conseguir votos. Luego en el Gobierno, Ud. no verá a jóvenes en posiciones importantes. Debe sumar los negativos que sostienen que los jóvenes votan por impulso, vacilón y hasta broma, o sea, de manera irresponsable… (Pregunta el Cholito Mesero: ¿Cuándo pondrán más vagones en el metro?).