¿En Tinder se puede conocer el amor?
El 85% de los usuarios de Tinder tienen entre 18 y 34 años y, según los datos de la empresa a nivel global, el 48% son mujeres y el 52%, hombres.
Una amiga de una amiga está saliendo con un chico que conoció en Tinder". Esa frase, que se escucha cada vez más usualmente, destaca algo que parece imposible o, al menos, raro: que a través de esa aplicación de "citas" se pueda encontrar algo más que un encuentro sexual pasajero, o que a partir de eso se construya una relación. Está claro el motivo: la app pone foco en "el envase" con las fotos de los y las solteras que buscan diversión, eligen a los o las que les gustan y, a partir de ahí, se generan los "matches" o coincidencias entre dos personas que dan lugar a un chat privado. Desde su lanzamiento, en septiembre de 2012, se realizaron más de 10 billones de estos "matches", y cada día hay 26 millones de coincidencias en los 196 países en los que está disponible Tinder, en 30 idiomas. Argentina es uno de los diez países que más usan la app: solo en nuestro país se generan más de 2.5 millones de coincidencias y cada día los usuarios dan "me gusta" o "no me gusta" a 15 millones de perfiles. Antonella y Leandro son dos argentinos de 22 y 21 años respectivamente y son la excepción a la regla (si es que hay alguna): se cruzaron on line en julio y salen desde agosto del año pasado. Ella es profesora particular de inglés, trabaja en el Colegio Ugo Foscolo y estudia japonés e italiano. Él está en cuarto año de Medicina en la Universidad de Buenos Aires y es atleta federado de la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester. A Antonella le interesó que Leandro estudiase medicina y sea deportista, además de ver una "fotito muy linda de él", dice a Entremujeres. "A primera impresión, me atrajo su belleza; después, las cosas en común, su forma de pensar y su inteligencia", asegura Leandro. Cuando se dieron "like" compartieron unas pocas palabras en Tinder y, un par de días más tarde, él le pidió el número de WhatsApp. Pasaron dos semanas y el 17 de julio de 2015 se vieron por primera vez. Merendaron. El 31 de agosto se volvieron a ver y empezaron a salir con frecuencia. Viven a 40 minutos de distancia (en Ituzaingó y Moreno) y están estrenando "estar de novios", porque ninguno de los dos había tenido otras parejas. Eligieron Tinder por consejo de sus amigos, quienes -nos dicen- también encontraron a algunas de sus parejas con ayuda de esta misma aplicación. ¿Por qué creen que encontraron el amor ahí y no offline? "Nunca pensamos al respecto -responden-. Tinder es una aplicación social y era lo que teníamos ganas, simplemente de conocer a alguien nuevo". Como ventajas, enumeran que se pueden encontrar con gente con la que no tienen conocidos en común: "así te podés enfocar más en conocer a la otra persona, sin tener que hacer algún comentario de 'amigos en común'. También Tinder te permite conocer gente de distintas partes del conurbano, gente que quizá no podrías llegar a conocer ni en la universidad o en un bar". Cuando les preguntamos por las desventajas, dicen que "tener una cita a través de Tinder es como tener una cita en la vida real: a veces te encontrás con alguien en persona (quizás si un amigo te presenta a otro amigo) en una cita y te das cuenta de que en realidad no hay mucha química como habías pensado". Pero... ¿Y la seguridad? No es lo mismo "un amigo de un amigo" que una foto y un nickname en una app. "Nunca creí que fuese un perfil inventado, pero cuando llegó el día de vernos preferí conocerlo en mi ciudad, Ituzaingó, como para poder sentirme más segura". El 85% de los usuarios de Tinder tienen entre 18 y 34 años y, según los datos de la empresa a nivel global, el 48% son mujeres y el 52%, hombres.