París prepara una "Noche en Blanco" inspirada en ecología

Entre las manifestaciones previstas destacan la gran obra monumental que el artista chino Zhenchen Liu ha preparado en la plaza frente al Ayuntamiento de la capital.

La ecología será el hilo conductor de la "Noche en Blanco" de París, que para su decimocuarta edición prepara esta madrugada un centenar de manifestaciones artísticas para concienciar al público de los problemas del cambio climático. A la diferencia del año pasado, cuando fue el sur de la ciudad el que acogió la mayor parte de las obras, en esta ocasión es el norte e, incluso, algunos de los municipios periféricos de la capital. Entre las manifestaciones previstas destacan la gran obra monumental que el artista chino Zhenchen Liu ha preparado en la plaza frente al Ayuntamiento de la capital. Decenas de bloques de hielo de un metro de alto, coloreados con productos ecológicos, irán fundiéndose a lo largo de la madrugada para formar un cuadro que podrá apreciarse desde el cielo, una forma de sensibilizar contra el deshielo de los polos provocado por el calentamiento climático. El holandés Daan Roosegaarde ha fabricado, por su parte, con diversos efectos luminosos, una gran ola marina de tres metros bajo la cual podrán bucear los asistentes y comprobar el efecto que puede tener la crecida de los océanos. Un grupo de figuras humanas esculpidas en hielo por el brasileño Néle Azevedo irán fundiéndose a lo largo de la noche blanca y adoptando posturas particulares. Además, el trapecista Stéphane Ricordel saltará sobre una nube artificial creada en el noroeste de la ciudad y suspendida a diez metros del suelo. En una proyección al aire libre, la artista Sehee Sarah Bark tratará, por su lado, de concienciar sobre la quema de bosques en el mundo. El argentino Leandro Erlich, por su parte, presenta un edificio que se funde por la base en las proximidades de la estación del Norte de la capital. Lugar que, a su vez, acogerá una de las manifestaciones más lúdicas: se convertirá a lo largo de la madrugada en una gran discoteca, donde la música electrónica de varios "dj" sonará exclusivamente en los oídos de los asistentes, a través de unos cascos.