Alemán Zubieta: filtración tiene solución
El exadministrador del Canal de Panamá Alberto Alemán Zubieta aseguró ayer que las filtraciones detectadas en las nuevas esclusas tienen "corrección y solución" que debe realizar el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC).
Esta aclaración la hizo en medio de la preocupación ciudadana por la revelación de extensas filtraciones en muros de las esclusas de la ampliación en Cocolí, en el sitio donde deberán posarse las compuertas.
Al referirse a estas filtraciones, Alemán Zubieta aseguró que estas deficiencias "tienen solución".
"En los periodos de pruebas te van a salir cosas como las que han salido", dijo Alemán Zubieta, quien estaba al frente de la ACP cuando se licitó y adjudicó el contrato de la ampliación a GUPC (integrado por las constructoras Sacyr, Impregilo, Jan De Nul y Cusa).
"El Canal va a exigir que se entregue la obra con la calidad que se ha contratado, y a lo largo de esta obra han habido muchas correcciones que el contratista ha tenido que hacer", dijo.
"Con esa falla, yo no la recibiría (la obra). Y cualquier otra falla que se encuentre en el camino", señaló. "Se ganaron el proyecto en buena lid, (pero) el manejo de GUPC no es el que nos hubiera gustado".
Añadió que GUPC, además de rendir cuentas a la ACP, también debe explicar a la ciudadanía cómo piensa solucionar el problema.
"Eso es un tema de manejo de la empresa y creo que tienen que dar la cara y explicarle a la ciudadanía cuál es la razón y las explicaciones que nos tienen que satisfacer", reiteró.
Por otro lado, advirtió que en el contrato de la ampliación está establecido que GUPC, una vez entregue la obra, tiene que quedarse tres años haciendo trabajo de mantenimiento.
La empresa estadounidense Montgomery, Watson & Harza fue la subcontratista de GUPC encargada del diseño de las esclusas y está trabajando para buscarle solución a la falla junto con el consorcio.
Actualmente, el proyecto está previsto para entregarse en 2016, pero tras numerosos reclamos de miles de millones de dólares a la ACP y huelgas de obreros que paralizaron los trabajos por meses, la obra está un año y medio atrasada de su fecha de entrega original, en 2014.
"El país está ávido de que esta obra se termine, pero no hay que apurarse a terminarla mal", advirtió Alemán Zubieta.
"Lo que uno no quiere es que cuando la obra esté funcionando, te encuentres con una falla y tengas que ir a vaciar las esclusas, parar los barcos y decirles espérense que tenemos que arreglar un problema".