La Sangre de Cristo tiene poder
El papamóvil recorrió ayer la calles de Panamá, pero a diferencia de finales de enero de 2019 el pasajero no fue el santo padre Francisco, sino el arzobispo José Domingo Ulloa, Cristo Resucitado y el Santísimo Sacramento.
Los tres pasajeros abordaron el Ford Ranger doble cabina y eran escoltados por seis motorizados y un reducido grupo de conductores. Era la mejor forma de celebrar la Pascua de Resurrección ante el confinamiento por el coronavirus. Esta vez no hubo multitudes, salvo parroquianos que salían frente a sus casas para saludar y recibir la bendición.
El Papamóvil recorrió sectores populares como San Miguelito, Tocumen y Calidonia. Con el Santísimo Sacramento en mano, Ulloa rezó frente a la cárcel de mujeres y tres hospitales públicos que acogen a pacientes coronavirus.
Monseñor utilizaba mascarilla y guantes, que se agregaron al ornamento tradicional destinado para los cultos religiosos.