Uno de cada cuatro niños en Panamá sufre por crisis climática
Estudio de UNICEF y el Ministerio de Ambiente alerta sobre los efectos desproporcionados del cambio climático en la infancia.
La crisis climática no solo golpea al planeta, sino que afecta directamente a la infancia panameña. Así lo revela el estudio “Impacto de la crisis climática, ambiental y energética en el desarrollo y bienestar de las niñas, niños y adolescentes de Panamá”, presentado por el Ministerio de Ambiente y UNICEF.
Según el informe, uno de cada cuatro niños vive en zonas de alta vulnerabilidad climática.
Las consecuencias van desde problemas de salud, educación limitada y desnutrición, hasta inseguridad alimentaria y riesgo de violencia en comunidades vulnerables.
Los grupos más afectados incluyen niños en situación de pobreza, con discapacidad, desplazamiento forzado o pertenecientes a pueblos indígenas.
Las regiones más críticas son Bocas del Toro, Darién, Ngäbe-Buglé, Emberá-Wounaan y Guna Yala, donde más del 50% de la población rural infantil enfrenta dificultades para acceder a una alimentación adecuada y servicios básicos como electricidad en sus hogares y escuelas.
“El cambio climático no es solo una amenaza ambiental: es una emergencia social que pone en riesgo el presente y futuro de nuestra niñez”, afirmó el viceministro de Ambiente, Óscar Vallarino, durante el lanzamiento del estudio.
Por su parte, Sandie Blanchet, representante de UNICEF, señaló: “Invertir en adaptación climática con enfoque en infancia no solo es justo, también es inteligente.
La niñez debe estar en el centro de las soluciones”.
Entre las recomendaciones destacan mejorar la coordinación institucional con enfoque en infancia, actualizar los instrumentos de ordenamiento territorial considerando riesgo climático e impulsar mecanismos de participación comunitaria.
También se propone restaurar manglares, implementar planes de emergencia escolar, promover energías renovables en comunidades indígenas y políticas territoriales sensibles al contexto.

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