Inconfesable maldad
A pesar del evidente fracaso en materia probatoria y procesal, el Ministerio Público insiste en su agenda de persecución política en contra de los opositores al actual régimen.
Los adláteres de Kenia Porcell ahora le han formulado cargos al exministro de Economía y Finanzas, Frank De Lima, por supuestas irregularidades en la concesión del bingo privado conocido como Buko Millonario.
No causa sorpresa la actuación de los fiscales de Porcell ya que, De Lima, experimentado exfuncionario, economista y financista, dio recientemente unas declaraciones en las cuales con cifras y datos objetivos, puso al descubierto la desastrosa situación económica del país que el régimen pretende esconder.
Inmediatamente habló De Lima, se pusieron en funcionamiento los engranajes aceitados desde lo alto de Palacio para buscarle algo para “joder” al exministro, que ahora mismo está saliendo airoso del otro mamotreto que le montaron con el caso de operaciones del PAN, donde los auditores oficiales han dicho que el exministro no tiene nada que ver.
Pero no nos llamemos a engaño; más allá de Frank De Lima, Kenia y sus fiscales quieren embarrar –lo que hasta el momento no han logrado- a parientes del exmandatario Martinelli.
Esta inconfesable maldad revela el designio oculto. Como no han podido hacer avanzar los casos contra Martinelli, ahora quieren golpear a su familia.
Maldad, maldad y nada más que maldad hay detrás de esta imputación, hecha por una fiscal complaciente, que al igual que las otros casos se irán cayendo, porque no resisten el menor cuestionamiento jurídico, como se ha demostrado en el resto de los procesos contra los exfuncionarios, que ahora son presos políticos y rehenes del autoritarismo.