Paola Chávez: Se libró de violencia física, pero no de la muerte
Al regresar a su hogar, luego de realizar los trámites para lograr la pensión alimenticia de su hijo de tres años, fue asesinada, presuntamente, por su pareja, y su cuerpo fue dejado en la sala de la vivienda.
Panamá- A sus 36 años, Paola Chávez luchaba por liberarse de la violencia física y verbal que sufría desde hacía varios años por parte de su pareja, en la casa que compartían en Alto de Las Praderas, distrito de La Chorrera.
No obstante, la tarde del martes, al regresar a su hogar, luego de realizar los trámites para lograr la pensión alimenticia de su hijo de tres años, fue asesinada, presuntamente, por su pareja, y su cuerpo fue dejado en la sala de la vivienda.
Una vecina de Paola, quien la había acompañado durante la semana a interponer la denuncia por violencia doméstica ante el Ministerio Público (MP) —donde se le entregó una boleta de protección el lunes—, narró que alrededor de la 1:00 p.m. le envió un mensaje de texto por WhatsApp preguntándole: "¿Todo está bien?". La respuesta fue: “Sí, todo bien”.
Pasadas las 4:00 p.m., al llevarle un plato de comida y al no recibir respuesta tras llamar varias veces, decidió abrir la puerta. Fue entonces cuando encontró el cuerpo de su amiga tendido en la sala.
El comisionado jefe de la Décima Zona Policial, Adolfo Pérez, indicó que se busca a la pareja de la víctima —quien se dedica a conducir taxi—, considerado el principal sospechoso del feminicidio y en horas de la tarde de hoy se anunció su aprehensión en el corregimiento de Santa Ana, tras acciones investigativas y operativas desarrolladas en asocio con las autoridades judiciales. Tras su aprehensión fue puesto a órdenes de la Fiscalía de Homicidio de Panamá Oeste.
Por parte del Ministerio Público se espera el resultado de la autopsia que realizará el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) para determinar la causa de la muerte.
Con el deceso de Paola Chávez, tres menores de edad pierden a su madre, mientras su familia llora su irreparable pérdida. De los tres menores, solo 1 es hijo del presunto agresor, el cual aún estaba viviendo en la casa con Paola, ya que no había recibido la notificación de desalojo.